VALDEJALÓN

Diez años esperando la variante de Calatorao

Todavía no hay fecha para la apertura de la circunvalación que eliminará el tráfico pesado del casco urbano. La desviación suma ya un retraso de más de dos meses y tiene un desfase presupuestario que supera los 1,2 millones


Hace casi diez años que echó a andar el proyecto de la variante de Calatorao y hoy todavía no es una realidad. Los trabajos están a punto de concluir, aunque todavía no hay una fecha para su apertura. Se trata de una infraestructura muy demandada que permitirá descongestionar el tráfico y eliminar la circulación de camiones del casco urbano del municipio.


El pasado verano, los enlaces con las carreteras quedaron paralizados de modo inexplicable y en los últimos meses, el frío impidió poder echar la última capa de rodadura. El resultado ha sido que las obras, que deberían haber concluido a finales del pasado año, llevan ya más de dos meses de retraso. Aunque esta demora es pecata minuta si se tiene en cuenta que el proyecto hace una década que empezó a dar sus primeros pasos.


"En mayo hará diez años que se empezó a mover este tema. Yo acababa de llegar al ayuntamiento y este fue uno de nuestros primeros objetivos", explicó el alcalde de Calatorao, el socialista Jesús María Isla. Nada más llegar a la Alcaldía, Isla pidió una entrevista con el entonces consejero de Obras Públicas del Gobierno de Aragón, Javier Velasco, que poco después visitó el punto más problemático. "Enseguida empezaron a hacerse los estudios iniciales, luego se estudiaron las alternativas... y así hasta llegar a la licitación de la obra", añadió Isla.


Ahora, los trabajos están prácticamente concluidos, aunque todavía falta tanto la señalización horizontal y vertical como la finalización del interior de las rotondas, que esta misma semana se han abierto al tráfico.


La variante de Calatorao ha supuesto una inversión de 5.1270.147 euros, cifra que supera en más de 1,2 millones el presupuesto de adjudicación inicial y los trabajos los ejecuta la empresa Ideconsa. Se trata de una variante de 6,2 kilómetros de longitud, que dispondrá de dos carriles de 3,5 metros y arcenes de 1,5. La circunvalación une la A-122 (que conecta Calatorao y La Almunia) y la A-1304, que llega desde la localidad calatorense hasta Alfamén.


Según informaron desde el departamento de Obras Públicas del Gobierno de Aragón, las obras ya están en la recta final, aunque no concretaron cuándo se abrirá al tráfico la circunvalación. Según especificaron, para la ejecución del proyecto ha sido necesario acometer un terraplén de 77.972 metros cúbicos y otros 99.000 metros cúbicos de excavación. La pendiente máxima es del 4%. En general, el trazado se caracteriza por tener pendientes y cambios de rasante bastante suaves.


Además, a lo largo del recorrido se han proyectado tres intersecciones, dos del tipo rotonda y una en 'T' con carriles centrales de deceleración, almacenamiento y espera. Otra de las cuestiones técnicas es que entre los puntos kilométricos 2,220 y 2,320 está proyectada la construcción de un muro de contención en la margen derecha de la carretera para evitar cualquier afeccion al oleoducto Rota-Zaragoza. El muro tiene casi 100 metros de longitud y su altura varía hasta alcanzar un máximo de 2,70 metros.


El desarrollo del polígono


Pero con la variante no se espera solo mejorar la seguridad de la travesía, sino también dar un impulso a la zona. El polígono industrial Valdecalat ha sido impulsado al amparo de la nueva variante, que resulta fundamental para su desarrollo. La empresa Totalges es la promotora, junto con un pequeño grupo de inversores vascos, de este gran polígono de 223 hectáreas de superficie.


La parcela donde está proyectado se ubica a casi cinco kilómetros del casco urbano y se extiende paralela a la autovía de Madrid a lo largo de 3,5 kilómetros. Según se explicó cuando dio a conocerse el proyecto, los promotores pretenden invertir en esta zona industrial más de 300 millones de euros y su previsión es que podrían crear hasta 5.000 puestos de trabajo.


Por otra parte, la urbanización de la última fase del polígono de La Almunia avanza a muy buen ritmo. La variante almuniense se abrió al tráfico a finales del pasado verano. La rotonda que conecta la carretera de Ricla a La Almunia con la de esta última a Calatorao facilitará también el desarrollo de esta zona industrial, que así podrá estar conectada mediante la conocida como carretera del desierto con la autopista del norte.


En el caso de la variante almuniense, el ministerio cedió la travesía de la antigua N-II al consistorio y ahora este trabaja en la definición del proyecto para convertirla en avenida. De esta forma, ganarán importancia el mobiliario urbano y las aceras.