COMUNIDAD DE CALATAYUD

Otra avería en la red deja por tercer día consecutivo sin agua a Calatayud

Siete de cada diez vecinos de la ciudad se quedaron sin suministro y muchos tuvieron que acercarse a los camiones cisterna de los bomberos para poder abastecerse.

Los bilbilitanos volvieron a armarse ayer de más paciencia, y de garrafas de agua, para hacer frente a la cuarta rotura de una misma tubería que se registra en solo tres días. El jueves sobre las 15.00 la conducción se rompió por primera vez. Después de retirar las toneladas de tierra que había sobre el tubo, el viernes al mediodía se acabó de reparar, pero al probarlo volvió a reventar en otro tramo. A las 19.00 de ese día, solucionada la segunda avería, se devolvió el suministro habitual a la ciudad. Cinco horas después el agujero de más de siete metros de profundidad excavado para llegar a la tubería era una "piscina", según describieron operarios de la empresa Gestión de Aguas de Aragón, (GAA) concesionaria del servicio. Era la tercera rotura, y se localizó entre las dos anteriores.


"Las diferencias de presión al cortar y volver a conectar el suministro han podido contribuir a que volviera a suceder", dijo Miguel Lavilla, concejal de Servicios Públicos. Esta vez se sustituyeron cinco metros del tubo de fibrocemento por otro de fundición.


Acabada la operación sobre las 16.00 de ayer, la tubería se empezó a cargar con menos presión de la que puede llevar. De nuevo se reventó en otro tramo para desesperación del personal que trabajaba en la zona desde el jueves a mediodía y de los vecinos que llevaban sin agua tres jornadas. A viviendas de planta calle y pisos de hasta dos alturas estuvo llegando agua (aunque con poca presión) de los depósitos de reserva.


El 70% de la población sufrió la avería con cada vez menos resignación. "Tengo que irme a Paracuellos a casa de mi hijo a ducharme", comentaba Clara, vecina de Sixto Celorrio que bajó a llenar cubos a uno de los tres camiones de bomberos que recorrieron por la mañana las calles. "No tengo ni una gota, con garrafas nos vamos arreglando pero malamente, el que tenga criaturas... ¡vaya panorama!", decía Pascuala Cestero. Tres niños tiene Juan Manuel Estíbaliz y los cinco de casa bajaron a por agua. "Si hay que hacer una buena inversión para renovar las redes que la hagan, porque es un servicio básico", reclamaba este bilbilitano.


Viajes al camión cisterna


Más de 110.000 litros distribuyeron los bomberos el viernes y ayer sábado entre vecinos, residencias de la tercera edad, hoteles, el hospital y la residencia de atención psiquiátrica. Los vecinos de comunidades como la de Galápago, que con 250 propietarios es la más grande de la ciudad, subían y bajaban para abastecerse en un cuarto de la planta baja. "Estaremos unas 1.000 personas en esta urbanización. Si nos quedáramos sin nada aún podríamos tirar de la de la piscina", comenta Javier Gómez, responsable de la portería. "Bien podían cambiar las tuberías, que estamos siempre igual" se quejaba otra vecina de la ciudad.


"Me he levantado al punto de la mañana para lavar las cortinas porque había agua y al no acabarse el programa no las puedo sacar. ¡No sé cómo saldrán!", lamentaba otra mujer. Algunos supermercados agotaron el agua embotellada. "Es que llevamos desde el jueves así. Yo misma vivo en un séptimo y no me llega nada", explica Gema Solanas, encargada de un Día. "La gente comenta que es una vergüenza, porque aunque sea una avería general igual que llega a algunos sitios podían ampliarla a más zonas, tenemos que ducharnos" dice esta joven.


Al producirse una cuarta rotura de la tubería y no poder calcular cuánto más iba a estar cortado el suministro, se abrió el pabellón y la ciudad deportiva por si los vecinos querían usarlos para el aseo personal. Desde las 16.30 y durante toda la noche cuatro excavadoras y cuatro 'dumper' estuvieron retirando toneladas de tierra en una superficie de 17 metros y hasta alcanzar los siete de profundidad para sustituir la tubería de los años 60 de fibrocemento, por otros de fundición que se esperaban anoche de Zaragoza y Barcelona. A la vez que esta obra, se acometerá otra para ampliar la capacidad de la conducción que llega a la ciudad desde el campo de golf con el fin de poder abastecer a mayor volumen de población y a viviendas más altas.