COMUNIDAD DE CALATAYUD

Una avería deja sin agua un día y medio a casi todos los vecinos de Calatayud

La profundidad de la tubería y una nueva rotura complicaron los trabajos de reparaciónEl conducto se ha estropeado en este mismo punto siete veces desde el año 1995

Varios operarios trabajan en la reparación de la avería que dejó sin agua a la ciudad.
Una avería deja sin agua un día y medio a casi todos los vecinos de Calatayud
Jesús Macipe

La rotura de una tubería de la red general de agua en Calatayud dejó sin agua durante un día y medio al 70 % de los vecinos de la ciudad (unos 16.100). La avería se registró el jueves un poco antes de las 15.00, en un tubo de fibrocemento de unos 600 milímetros de diámetro por el que pasa el agua que sale de la potabilizadora para su distribución. El suministro se repuso ayer sobre las 19.00.


Este primer tramo de la red general se encuentra a unos 300 metros del polígono de la Charluca, atraviesa una finca particular y está a unos siete metros de profundidad. La instalación se hizo hace décadas y se aprovechó el cauce de un barranco para llevar la tubería. Al desviarse esa rambla, el propietario del terreno lo explanó, con lo que aumentó la profundidad y el peso sobre la red.


“Está soportando toneladas de tierra, además de los movimientos del suelo que tenemos por la constitución del terreno, más la filtración del agua de la nevada del pasado viernes”, indicó el concejal de Servicios Públicos, Miguel Lavilla. Estos factores pudieron provocar la rotura que afectó a los 11.500 clientes -contadores- que la empresa concesionaria del servicio, Gestión de Aguas de Aragón (GAA), tiene en la ciudad.


Entre el 30 y el 35 % de los clientes tuvieron suministro la tarde y noche del jueves al utilizarse el depósito del Castillo, que se abastece por bombeo de los pozos de Ribota. También se empleó agua de los depósitos habituales desviándola hasta el campo de golf y, desde allí, al casco urbano.


“El problema es que la capacidad portante que tienen las tuberías no da caudal suficiente para suministrar a toda la ciudad”, explicó Rodrigo Arellano, jefe del servicio de GAA en la zona de Calatayud.


Por esta razón, el agua llegó a las viviendas y locales en planta calle o primeros pisos, pero no a viviendas y barrios altos. La avería no se notó en el polígono de La Charluca, que tiene su propio sistema de bombeo. En el Hospital Ernest Lluch se agotaron las reservas de un aljibe propio y, por la mañana, tuvieron que recurrir a los bomberos. Lo mismo hicieron colegios, residencias, hoteles y restaurantes.


Al prolongarse la avería por la aparición a mediodía de ayer de una segunda rotura en la tubería, los bomberos recorrieron con tres camiones cisterna calles y plazas de la ciudad. Comedores escolares y muchas familias emplearon vajilla de usar y tirar, y en algunas tiendas se agotaron los envases más grandes de agua embotellada.


En ese mismo tramo de la red en el que se registraron las averías se habían producido otras siete desde 1995. “Es un punto crítico -indicó Lavilla-. Estamos pensando acometer este año la renovación del tramo, desde la potabilizadora hasta el final del barrio de San Antonio”, avanzó. La actuación tiene un coste de medio millón de euros.


Hace cinco años se redactó un plan director que valoraba en 12 millones de euros la sustitución de las tuberías de la ciudad, que en algunos casos tienen casi medio siglo de antigüedad. Pero solo se ha ejecutado un 15 % del plan.


Según el anterior equipo de gobierno, los pozos del campo de golf permitían abastecer a la ciudad en caso de avería. Aunque estos dos días se ha demostrado que no, puesto que la conducción por la que llegaría es de 200 milímetros, una dimensión mucho menor que la que se necesita para llegar a todos los niveles de la ciudad. En Calatayud el consumo de agua es de unos 5.000 metros cúbicos en invierno y hasta 7.000 en verano.