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El paso de camiones causa hundimientos y socavones en dos calles de Villafranca

Un operario trabaja en el relleno del gran socavón de una calle del centro de Villafranca.
El paso de camiones causa hundimientos y socavones en dos calles de Villafranca
PEDRO ETURA/HA

Dos nuevos grandes socavones, y ya van ocho en apenas un año y medio. El desvío del tráfico pesado de la N-II con motivo de un accidente ocurrido en agosto de 2007 por el casco urbano de Villafranca de Ebro hizo que las calles se rebajaran, comenzaran a aparecer las primeras grietas y se reventaran las tuberías. Los vecinos empiezan a estar hartos de esta situación, que les deja sin agua durante días enteros, y también el Ayuntamiento, que reclamó a Fomento la renovación de las tuberías y el firme para evitar más problemas y todavía no ha recibido una respuesta.


A la entrada del municipio, una señal prohíbe el acceso a vehículos de más de 12 toneladas. Sin embargo, en agosto de 2007, como consecuencia de un accidente en el que perdió la vida una vecina del pueblo, obligó a desviar el tráfico. “Por aquí pasaron tráilers de más de 40 toneladas”, dijo el alcalde de Villafranca, el socialista José Antonio Moreno. Los efectos comenzaron a notarse unos meses después cuando el suelo empezó a rebajarse._Eso provocó la rotura de una tubería general.


Los dos últimos socavones aparecieron el pasado lunes en la calle de Santa Bárbara y en la avenida de Huesca. De hecho, los vecinos de estas dos vías se quedaron sin agua ayer y el pasado lunes por la tarde, respectivamente.


“Hace 53 años fuimos el primer pueblo de la ribera en tener abastecimiento de agua y red de vertidos”, añade el alcalde. Pero estas instalaciones, que nunca han sido renovadas, están ahora obsoletas.

Además, los arreglos que se hacen son simples “parcheos”, ya que la renovación total de las tuberías sería demasiado costosa para las arcas municipales. “Cuando detectamos una avería en la red, se abre, se arregla la tubería dañada, se rellena y se tapa”, puntualiza el primer edil. De estos trabajos se encarga la brigada municipal y, en ocasiones, hay que buscar alguna empresa.


Según un informe hecho por los técnicos municipales, la renovación de la red en estas dos céntricas calles costaría 380.000 euros. “Hemos pedido a Fomento que lo repare. Nos da igual que nos den el dinero o que pongan los medios técnicos para arreglarlo, pero que lo hagan”, apunta Moreno.


“Un pueblo como este no puede asumir este coste. Tenemos ya una deuda de 120.000 euros y todo viene derivado de estos socavones. A este ritmo, el Ayuntamiento se arruina”, añade el alcalde, que asegura que llamará en todas las puertas que sean necesarias para conseguir la financiación necesaria.

 

Las reclamaciones

Dos días después de que ocurriera el suceso que obligó a desviar el tráfico pesado por el casco urbano de Villafranca, un equipo de atestados se presentó en el lugar de los hechos. Ahora, la situación cotinúa en el juzgado. Además, el Ayuntamiento también remitió una queja formal a la Diputación Provincial para denunciar lo ocurrido.

Algunos vecinos de estas dos calles denuncian que en sus casas hay grietas y baldosas levantadas. Algunos de ellos han buscado soluciones y los arquitectos les proponen inyectar hormigón para reforzar los cimientos.


Aunque las vías más afectadas del centro del casco urbano han sido dos, las obras de la autopista autonómica también afectaron a la calle de Constitución, que fue utilizada por los camiones que trabajaban en esta infraestructura viaria.