ZARAGOZA

La juez decreta prisión para el curandero que circuncidó al bebé y para sus padres

Los tres nigerianos están imputados como presuntos autores de un delito de homicidio.

La titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Zaragoza decretó ayer prisión provisional para los padres del bebé fallecido el pasado jueves en el barrio de La Jota tras una circuncisión ilegal, así como para el curandero que le causó las graves lesiones al practicar la intervención sin ningún tipo de formación médica y en precarias condiciones higiénicas. La magistrada, que ayer se encontraba en funciones de guardia, adoptó esta medida tras tomar declaración a los tres arrestados e imputarles un presunto delito de homicidio.


La Policía Nacional trasladó a los detenidos a los juzgados de la plaza del Pilar a primera hora de la mañana -a los varones en el furgón de la conducción matinal y a la mujer en otro turismo-, pero el importante volumen de trabajo del turno de guardia no permitió interrogarles hasta pasado el mediodía. Al margen del auto de prisión, la magistrada no ordenó la práctica de ninguna otra prueba, ya que tiene intención de inhibirse en favor del Juzgado de Instrucción número 2, que era el que se encontraba de guardia cuando falleció el menor.


La autopsia del cadáver se llevó a cabo este viernes en el Instituto de Medicina Legal de Aragón. Sin embargo, según fuentes judiciales, el informe todavía no había llegado ayer a los juzgados. Como informó este periódico, el bebé presentaba graves lesiones en el pene, que le causaron una grave hemorragia y su posterior fallecimiento. El niño fue trasladado por sus propios padres al centro de salud de La Jota, pero llegó en parada cardiorrespiratoria y los médicos solo pudieron practicarle maniobras de reanimación que resultaron infructuosas.


Los padres del niño, identificados como Nosa N. O., de 38 años, y Joy V., de 33, llevaban algo más de un año viviendo en uno de los bajos del número 12 de la calle del Río Matarraña. La Policía Nacional los detuvo tras ser informada de que el cadáver del menor presentaba una cicatriz sangrante en el pene, que podría ser consecuencia de una circuncisión ilegal.


Durante el interrogatorio de la pareja en la Jefatura Superior, surgió el nombre de una tercera persona presuntamente vinculada con la inexperta intervención. Se trataba de un inmigrante también nigeriano, identificado con las iniciales M. I., y de 39 años de edad. La Policía consiguió localizar y arrestar a este hombre en la localidad navarra de Tudela, aunque al parecer podría estar afincado en Tarazona.


Según fuentes próximas a la investigación, el curandero se dedica a hacer este tipo de trabajos ilegales y sus clientes habituales son familias africanas afincadas en la Ribera del Ebro. Al parecer, los padres del bebé solicitaron sus servicios y este se trasladó esta semana al barrio de La Jota, donde podría haber practicado la circuncisión ilegal el miércoles por la tarde.