COMUNIDAD DE CALATAYUD

La planta solar de Paracuellos producirá energía para 300 familias

La nueva instalación se espera que esté terminada a finales del mes de septiembre

El grupo empresarial Coremosa Energías Renovables está instalando placas para la producción de energía eléctrica en una finca del término municipal de Paracuellos de Jiloca, que fue utilizada anteriormente por otra firma para la cría de avestruces. Desde hace semanas, se trabaja en la construcción con la intención de que esté terminada en septiembre y se pueda aprovechar la luz del sol para producir 400 kilovatios de energía eléctrica con la que abastecer a entre 300 o 400 familias al año.


Esta es la tercera planta solar fotovoltaica que Coremosa promueve en Calatayud, después de que en octubre de 2007 se pusiera en marcha la primera instalación sobre los 720 metros cuadrados del tejado de la empresa Alimentaria Hermanos Olivas, que está ubicada en el polígono industrial de La Charluca de Calatayud. La producción en este caso es de 100 kilovatios, lo que equivale al consumo que hacen 60 familias en un año. Además, desde el 2 de julio se aprovecha toda la energía generada porque está conectada a la red general. Esta se evacua a otra planta del término municipal de Calatayud, localizada en el paraje de Valdeconejos. Con sus 6.000 placas de silicio sobre una superficie de 30 hectáreas produce un megavatio a la hora por medio de 168 seguidores solares que giran en función del sol y recogen desde el primer al último rayo del día.


Esta planta puede abastecer a unas 800 familias por año. Unos inversores trasforman la corriente continúa en alterna y se distribuye a la red eléctrica general para el consumo de la propia zona. Además, no se producen perdidas pérdidas en el transporte de esta.


Aunque los trámites para la construcción de esta planta (en lo que fue una antigua escombrera municipal) comenzaron en 2005, no ha empezado a funcionar hasta tres años después debido a las complicaciones con la compañía eléctrica para el transporte de la energía producida. "Este problema se da siempre. En Terrer se estaba pensado hacer una subestación pero todavía no se ha aprobado y se van a generar dificultades. Ya las hay para la evacuación de la energía en la zona de Calatayud", afirmó el gerente de Coremosa, Ángel Modrego.


Otras iniciativas

Este grupo tiene autorizado el proyecto de otra planta solar a construir en Pomer, en la comarca del Aranda. Comenzarán a abordar el tema una vez que esté acabada la de Paracuellos de Jiloca. "En Pomer instalamos hace dos años la primera planta con 100 kilovatios y funciona muy bien. La ampliaremos a 200 kilovatios", explicó Modrego. "Luego, en Bijuesca, haremos otra de 300 kilovatios. Pero tenemos más proyectos, también en Pomer, queremos poner aerogeneradores", avanzó.


Tanto la ampliación de la primera instalación en Pomer como la de Bijuesca, localidad de la ribera del Manubles, están avaladas por la empresa ante el Departamento de Industria de la DGA con el 20% del total del presupuesto.


Este es el primer paso para contar con los permisos que tiene que otorgar la administración. Puesto que la subvención que reciben los promotores de proyectos fotovoltaicos animaba a la tramitación, sin que algunos finalmente se llevaran a efecto. "La prima establecida para la generación de esta energía es del 550% del coste del kilovatio. Pero a finales de septiembre cambiará la ley y se rebajaran los incentivos por la producción", explica el gerente de Coremosa.


De ahí que la planta solar fotovoltaica de Paracuellos se quiera poner en marcha antes del 30 de septiembre para poder acogerse todavía a la normativa actual antes de que se modifique.


Aunque se puede pensar que la principal característica climatológica que tiene que tener una región para colocar este tipo de instalaciones es un número elevado de horas de sol, lo cierto es que requiere de otros elementos. No obstante, es necesario que no haya mucha niebla y en la zona no tiene que hacer excesivo calor. En este caso se reduce la producción. De modo que viene bien que sople viento porque posibilita la refrigeración de las placas solares. Además es imprescindible que haya cerca una línea eléctrica que permita la distribución de la energía obtenida a la red general.