COMUNIDAD DE CALATAYUD

La colegiata del Santo Sepulcro de Calatayud recuperará su esplendor

La consolidación estructural es la primera fase de la restauración de este edificio gótico mudéjar, declarado Bien de Interés Cultural. La inversión superará el millón de euros

A finales de año finalizará la consolidación estructural de los claustros de la colegiata del Santo Sepulcro de Calatayud, que comenzó el pasado mes de mayo y con la que se estabilizará un edificio del siglo XIV en estado ruinoso. Los primeros trabajos han consistido en desescombrar y se ha comenzado a sujetar buena parte de las estructuras que soportan restos arquitectónicos de gran valor histórico y artístico.


El arquitecto, Fernando Alegre, dirige estas obras, en las que también intervienen un historiador y un arqueólogo para documentar los restos y hacer catas. Esta es la parte de la restauración menos vistosa y más delicada, porque buena parte del edificio se construyó con materiales pobres como tapial y ladrillo. Las estructuras están debilitadas, y sujetan "un alfarje o techo de madera de estilo mudéjar que ha ido saliendo a la luz, así como las bóvedas del claustro con restos de las pinturas originales, que son verdaderas maravillas" afirma Alegre.


Con el apeo de la construcción gótico-mudéjar, mediante estructuras de hierro, se podrá trabajar en la consolidación definitiva para que las estructuras de los claustros se sujeten por sí mismas. Más adelante, y en un periodo de varios años, se irá actuando en la recuperación de fachadas, maderas y pinturas. El presupuesto destinado a la consolidación estructural, de la que se está haciendo cargo la empresa Taratur RGM Construcciones, es de 103.672 euros.


Las siguientes fases se irán encadenando hasta completar la restauración total, que supondrá una inversión de 1.200.000 euros. Desde la Obra Social de IberCaja se apoyará económicamente esta obra del departamento de Urbanismo del Ayuntamiento de Calatayud. Los 210.000 euros que aportará la entidad se distribuirán en tres anualidades, según el convenio suscrito en mayo entre el presidente de la Obra Social de IberCaja, Román Alcalá, y el alcalde bilbilitano, Víctor Ruiz.


Los claustros del Santo Sepulcro ocupan una superficie en planta de unos 500 metros cuadrados y su declive comenzó a principios del siglo XVII, con la construcción de la colegiata. "Le dio la espalda al claustro, y de ser el corazón del edificio se quedó como el patio de atrás. En los últimos 50 o 60 años se abandonó casi completamente", explica Alegre. Este espacio sirvió de taller al artista bilbilitano de la forja Pablo Remacha, se empleó para almacén, y se adaptó como viviendas de alquiler, pero una vez que perdió esos usos se aceleró su degradación y en 1.981 llegaron a desplomarse dos bóvedas.


Además del valor artístico, los claustros tienen gran importancia histórica, puesto que en este lugar se fundó en 1.134 la casa madre de la Orden del Santo Sepulcro en España. En la restauración que se lleve a cabo tras estas obras "se harán los cambios mínimos necesarios para conservarlo, se podrán recuperar espacios muy bellos, pero primando los criterios de conservación por encima de los de reforma, puesto que se trata de un edificio con el grado máximo de protección como Bien de Interés Cultural", manifestó el arquitecto. Quedaría pendiente la construcción de instalaciones anexas que ampliarán el uso cultural del claustro, aunque de momento el ayuntamiento de Calatayud no contempla esta medida.


También se han previsto otras mejoras, como la restauración de la cúpula, el tambor, las vidrieras y algunas pinturas, que tendrá un coste de 148.825 euros. El Gobierno de Aragón asumirá el 75% de estos costes con el Programa de Arquitectura y Rehabilitación y el Consistorio se encargará del 25 % restante.