Un grupo de vecinos del barrio taustano de Santa Engracia aprovecharon el chupinazo de sus fiestas para reivindicar mejores infraestructuras al Ayuntamiento de Tauste. Las carrozas participantes en el desfile que a mediodía de ayer abrió el programa lucieron pancartas alusivas a las carencias que sufren algunos edificios municipales.

Se podían leer textos como "Santa Engracia se cae a pedazos" y otros alusivos a las obras paralizadas en la denominada sala de fiestas o a las deficiencias de la vía que comunica el barrio con la carretera A-126 Alagón-Tudela.

Un colectivo local de vecinos vinculado a IU decidió que también las fiestas son un buen momento para poner de manifiesto que "queremos mejor atención por parte del Ayuntamiento de Tauste", señalaba María Sancho, quien además forma parte de la comisión que se ha encargado de organizar las fiestas. Sancho destacaba también la carencia de contar con un local apropiado para las fiestas.

Las obras iniciadas para remodelar la denominada Sala de Fiestas que habitualmente alberga toda la actividad festiva durante el año, obligan a que las verbenas se hayan programado al aire libre. "Se nos prometió una carpa mientras duraran las obras y la tuvimos en abril, pero ahora la carpa no ha llegado y tenemos que estar pendientes de cambiar la ubicación de actos por el calor o de que una tormenta nos haga suspender todo lo que se ha preparado".

El proyecto para adecuar las instalaciones de la sala de fiestas se complicó cuando se detectaron los efectos de una corriente de agua que había perjudicado la cimentación del edificio. Salvar este problema encarece notablemente el proyecto por lo que el alcalde del barrio, Emilio Arroyos, señalaba que "se está considerando, junto a los representantes del Ayuntamiento de Tauste, que es mejor dejar paralizadas estas obras mientras se estudia la solución más idónea y reparar el local del frontón municipal como edificio multiusos con la dotación presupuestaria de que se dispone".

No obstante, los vecinos puntualizan que la falta de un local adecuado para las fiestas es solo uno de los problemas. María Sancho apunta que "tampoco el frontón está bien y se sigue utilizando, el centro médico no tiene agua caliente ni calefacción y en la zona peatonal de Las Fuentes los bancos que esconden los contadores de la luz tienen las puertas rotas y por tanto los niños pueden acceder a ellos con facilidad". "Necesitamos la misma atención que la que tendríamos si viviéramos en Tauste", concluye.

Sin embargo, pese a las reivindicaciones, las fiestas comenzaron con mucha animación y un colorista grupo de chicos y chicas recogiendo las chucherías que se reparten en el disparo del chupinazo y con el recorrido de las carrozas por las calles.

El calor fue la nota de la yincana medieval de la tarde. Después, todos tuvieron la oportunidad de reponer fuerzas en la merienda popular antes de acudir a la exhibición de bailes de salón a cargo del grupo que dirige Jesús Ramillete. El encierro nocturno y la verbena cerraron el programa de ayer.

Hoy, la jornada comenzará con un almuerzo a base de migas y juegos populares para los chicos. A las 12.30 está previsto un concurso de tapas que después podrán degustarse por el módico precio de un euro. Seguidamente, durante toda la tarde y desde las 16.00, los más pequeños podrán disfrutar de una fiesta con hinchables en las piscinas municipales hasta que a las 19.30 comience el encierro de vaquillas con la charanga. A medianoche, las vaquillas volverán a la calle hasta que a la una de la madrugada arranque la verbena con la orquesta Bonanza.