VALDEJALÓN

Las intensas lluvias de mayo frenan la contratación de hasta 4.000 temporeros

Las precipitaciones han ocasionado la pérdida de unos nueve millones de kilos de cereza, el 40% de la producción. Debido a ese motivo, la mano de obra requerida ha sido menor.

La temible sequía que afectaba hasta abril al campo aragonés ha dado un vuelco total en apenas un mes. Ahora, la lluvia se ha convertido en la mayor preocupación de los agricultores. Los sindicatos calculan una pérdida del 40% en la producción total de cereza. Esto ha tenido como consecuencia directa la contratación de hasta 4.000 temporeros menos respecto a los 10.000 previstos para la recogida de este fruto.


Cuando aún resta gran parte de la temporada, los sindicatos comienzan a hacer los primeros balances, que por lo general son mucho peores de lo que indicaban las previsiones. De hecho, si los cálculos iniciales hablaban de la recolección de unos 22 millones de kilos de cereza, las precipitaciones caídas en las últimas semanas, muy fuertes y repartidas por toda la comunidad, han echado a perder hasta 9 millones de kilos, un balance que podría ser incluso peor. Las primeras variedades se han visto diezmadas por completo.


Hay que tener en cuenta además que la lluvia no ha contribuido a solucionar los problemas en el secano. Las semillas no habían germinado debido a la sequía vivida hasta abril, por lo que lógicamente no ha habido cosecha.


El presidente de Araga, Rafael Escanero, aporta un dato revelador vivido en su propio campo, entre Alfajarín y Farlete: el miércoles, en una hora se llegaron a recoger hasta 72 litros por metro cuadrado, cuenta. "Desde octubre hasta mediados de mayo han caído en Los Monegros 80 litros. Desde el 16 de mayo hasta ayer, más de 300", cuenta Escanero.


"El nivel de contratación ha descendido mucho", confirma Agustín Sánchez, presidente de la Asociación de Empresarios Agrarios de la Margen Derecha del Ebro (AEAMDE). Sánchez explica que en el primer mes suelen tener una "bolsa" de entre 50 y 60 plazas colocadas. Sin embargo, este año solo hay por ahora una oferta para seis personas. El responsable de la AEAMDE añade, en cualquier caso, que la situación debe ser contemplada en conjunto: "La meteorología, el procedimiento especial de contratación, el aumento de la contratación en origen... Todo influye", resalta Sánchez.


Todos los sindicatos agrarios coinciden en destacar los daños que las intensas precipitaciones han causado a los cultivos. "Toda la exportación de cereza está paralizada", refleja Agustín Sánchez. Desde la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA), la situación se ve muy negra: "Sin hacer mucho ruido, al final los efectos de la lluvia han sido devastadores. Estimamos que el 40 por ciento de la producción total se ha perdido. La circunstancias meteorológicas repercutirán además en toda la campaña", señala Vicente López, miembro de la comisión ejecutiva de UAGA. El efecto sobre las contrataciones ha sido inevitable: "Alrededor de la mitad de los contratos previstos no se han materializado", precisa López.


La cereza es la fruta que más mano de obra requiere. Por ello, las consecuencias son incluso peores que en otros cultivos. "Ahora que todo el proceso de contratación funciona correctamente, resulta que el tiempo no acompaña", lamenta Antonio Ranera, del sindicato UGT. Aunque no descarta que la menor demanda de temporeros genere algún problema de infravivienda, Ranera minimiza el posible impacto por el requisito de que búlgaros y rumanos llevasen en España desde antes del 1 de marzo.


Las lluvias han afectado también a cultivos como la alfalfa del valle del Ebro, que se ha podrido en gran parte al no evacuar los campos el agua acumulada.


Sin olvidar, por otro lado, episodios aislados de granizo como el que se ha vivido en localidades de la zona oriental de Huesca como Fraga, Binaced o Belver de Cinca, donde muchos agricultores ya han avisado a los peritos de Agroseguro para evaluar los daños. "La campaña se ha paralizado", admite el secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), José Manuel Roche.


Búlgaros y rumanos


La meteorología ha tenido una consecuencia directa en el funcionamiento del procedimiento especial para contratar a trabajadores búlgaros y rumanos impulsado por el Ministerio de Trabajo para esta campaña. Según los sindicatos, por lo general funciona bien, aunque muchos contratos así tramitados no se han llegado a ejecutar por la mala cosecha.


"La situación actual es mucho mejor que la del año pasado", reconoce José Manuel Roche, quien destaca la "receptividad" encontrada en la Delegación del Gobierno y la "colaboración" de los agricultores. "Los plazos que había marcados para resolver los trámites estaban en 20 días, pero en algunos casos llegan a reducirse incluso a una semana", precisa Antonio Ranera. Más disconforme se muestra UAGA, sindicato que pide más personal para este apartado: "Hay un atasco importante porque muchos funcionarios implicados en este proceso han sido trasladados a la Expo", lamenta Vicente López.