TARAZONA- EL MONCAYO

Adiós a las termitas en San Miguel

El Ayuntamiento de Tarazona ha puesto en marcha un proceso para erradicar la plaga de insectos que sufre desde hace tiempo este barrio.

El barrio turiasonense de San Miguel se está llenando esta semana de pequeños boquetes, pero a los vecinos no les importa que se agujeren sus calles, ya que a través de estos orificios va a llegar la solución a un viejo problema que sufre la zona: las termitas.


El Ayuntamiento de Tarazona decidió hace meses involucrarse ante las constantes quejas del vecindario. Una empresa de Bilbao, Sanidex, es la encargada de erradicar esta plaga de insectos. "Estaban establecidas desde hace años en la zona y había evidencia de termitas en una gran parte del barrio, que está muy atacado. Esto es algo lógico ya que son casas viejas trabajadas con madera, su alimento favorito", explica Félix Aznar, comercial de la compañía.


Efectivamente, las termitas -también conocidas como hormigas blancas- son insectos del orden de los isópteros que se alimentan de madera y otros materiales ricos en celulosa. Son muy molestas, pero es posible acabar con ellas. Sanidex basa todo su procedimiento en el hexaflomurón, una sustancia letal para las termitas. "No es tóxico ni para humanos ni para otros animales", tranquiliza Aznar.


Para entender el sistema de erradicación que se sigue, hay que conocer cómo viven estos insectos y cómo se reproducen. "Solo pone huevos la reina, y los termiteros están en el suelo. Los termitas se desplazan buscando madera y cuando la encuentran van horadando las paredes para acceder a vigas, puertas y demás", cuenta este experto.


Lo que hace el hexaflomurón es atacarlas desde dentro. En los agujeros que ya hay, por ejemplo, en la calle de la Bendición (en la imagen), se coloca un cono de plástico pequeño de unos cinco centímetros, y en su interior a su vez, un cebo de madera que atraerá a los insectos. Estos conos llevan unas tapas para que su cierre sea hermético y solo se pueden abrir con una llave especial.


Cuando se compruebe que las termitas han picado el anzuelo, se introducirá el producto químico que retiene el crecimiento de la quinina, de la piel externa. "Así, se van pasando el alimento de una a otra, envenenándose y eliminando el termitero", añade Aznar.


Cientos de cebos



Por las calles del barrio se van a colocar más de 450 cebos. Cuando estén todos ubicados, será el momento de empezar a distribuirlos por las casas. "Se hará un estudio de todas para ver en cuál hay más evidencias de termitas", continúa el portavoz de Sanidex.


Pero desde la empresa quieren dejar claro que no se actuará en todas las casas. "El efecto es total para todo el termitero, y los vecinos pueden estar tranquilos de que se van a olvidar de las termitas, aunque en sus casas concretamente no se hayan puesto cebos", insiste Aznar.


"Hemos empezado a actuar en el mejor momento posible, la primavera, que es cuando las termitas empiezan a actuar y salen en busca de alimento", añade. Sin embargo, este año los insectos se llevarán una sorpresa nada agradable por culpa de la modificación que ha sufrido su dieta gracias al hexaflomurón.


El Ayuntamiento ha contratado los servicios de Sanidex durante cinco años, ya que hay que hacer un mantenimiento para que no haya un rebrote. La empresa garantiza una efectividad total. "Este verano todavía habrá termitas porque es un proceso largo, pero el año que viene aseguramos que habrán desaparecido en un 97%", finaliza Félix Aznar. El tiempo demostrará si tiene razón.