Despoblados y sin servicios, muchos pueblos están condenados a desaparecer. Sin embargo y en un intento por desarrollar algunas zonas de la Comunidad consideradas desiertos demográficos, el Gobierno de Aragón, la Diputación Provincial y la Cámara de Comercio e Industria de Zaragoza pusieron en marcha el año pasado los multiservicios rurales, establacimientos que agrupan una "tienda remedio" (en la que se venden algunos productos básicos), alojamiento rural y bar, entre otras cosas.

Esta iniciativa, que desde hace tiempo funciona en la provincia de Teruel (donde hay 11 establecimientos), pretende evitar el desabastecimiento y la despoblación de algunas zonas rurales. En la provincia de Zaragoza, ha llegado ya a tres municipios de las Altas Cinco Villas -Undués de Lerda, Urriés y Los Pintanos-. Este año, abrirá sus puertas un nuevo multiservicios en Orés -también de Cinco Villas- y está en marcha un segundo centro en Sediles (Comunidad de Calatayud), que estará listo en 2009.

Hace unos cuatro meses, los propietarios de la única tienda de Orés se jubilaron. Desde entonces, los cerca de 50 vecinos que residen en este pueblo durante el invierno se ven obligados a recorrer 28 kilómetros para llegar hasta el supermercado de Ejea. Afortunadamente, tienen un servicio de transporte que durante cuatro días a la semana conecta con la capital cincovillesa. El trayecto de ida lo hace al principio de la mañana y el de vuelta, a mediodía.

"Tener tienda en el pueblo era una tranquilidad enorme. Era como un Corte Inglés en pequeño, tenía de todo, hasta ropa. Hasta hace poco, los dueños de la tienda han seguido trayendo alguna cosa. Pequeños compromisos...", explica el alcalde de Orés, Antonio Campos.

Los vecinos de mayor edad son los que más dificultades tienen para los desplazamientos, pero también supone un importante contratiempo para quienes repueblan el municipio en vacaciones. "Cuando conocí el proyecto de los multiservicios pensé que era una buena alternativa para Orés", añade Campos.

El municipio más próximo a Orés es Asín, a apenas 7 kilómetros. Aunque el pueblo es todavía más pequeño y tampoco tiene tienda. En Farasdués, a unos 17 kilómetros de Orés, hay una panadería. Desde hace tiempo, además, los vecinos de este pueblo cincovillés utilizan el transporte escolar, cuando tiene plazas vacías, para desplazarse hasta Ejea. "Además de la tienda, buscábamos un complemento de rentas para el albergue, que acaba de coger una pareja joven de Cataluña", comenta Antonio Campos.

El Ayuntamiento cedió un local para habilitar la tienda. De momento, se ha hecho una valoración presupuestaria y las obras todavía no han comenzado, aunque se espera que los trabajos duren poco tiempo y concluyan en este año.

El caso de Sediles es muy parecido. El pueblo tiene 121 empadronados, aunque en invierno apenas residen 80 personas. El "principal vendedor ambulante", como se refiere a él el alcalde, Juan Luis Condón, llega los sábados. Además, una vez a la semana llega un pescadero y el que más frecuenta el municipio es el panadero, que también vende algún que otro producto, como cajas de leche.

Para comprar, la mayoría de la gente se desplaza hasta Calatayud (a unos 12 kilómetros). Pero el mayor problema es que hay mucha gente que no tiene coche y tampoco hay autobuses que conecten con la ciudad bilbilitana.

"La idea es que agrupemos todos los servicios en un único establecimiento. Tendremos un horno para cocer el pan, una tienda y hasta unos apartamentos rurales", añade el alcalde de Sediles. El Ayuntamiento compró unos terrenos y se están haciendo los estudios geotécnicos, aunque todavía no está hecho el proyecto.

La inversión para este tipo de establecimientos no es muy elevada, ya que se suelen utilizar instalaciones ya existentes. Aunque el caso de Sediles es uno de los más ambiciosos que está en marcha en la provincia.