MANCOMUNIDAD CENTRAL DE ZARAGOZA

Fomento activa la mejora de los puentes sobre la A-2 tras el suceso en La Muela

El penoso estado de una barandilla provocó la muerte de una persona hace dos semanas.

Apenas dos semanas después de la trágica muerte de un ciclista en La Muela, al caer sobre el asfalto de la A-2 cuando cedió la valla de un puente en el que se había apoyado, los trabajos para mejorar las barandillas de los pasos elevados desde Calatayud hasta Alfajarín ya están en marcha.


Hay alrededor de una treintena de puentes entre ambas localidades, lo que complica la tarea. Esta labor, en cualquier caso, era muy necesaria, como reconocieron ayer los operarios encargados de realizar las reparaciones. La base de un buen número de barandas está muy oxidado, aunque al parecer no había ninguna tan deteriorada como la que resultó fatídica para Jorge Ramón Moreno.


Argentino que residía en La Muela desde hacía dos años, Moreno quiso posar, el pasado 11 de mayo y cuando daba una vuelta en bicicleta junto a un amigo, en una fotografía con el casco urbano muelano de fondo sobre el paso elevado más cercano al municipio. Al apoyarse en la valla, esta cedió con facilidad y el ciclista se precipitó a la carretera, veinte metros por debajo, y falleció al instante. Milagrosamente, el suceso no provocó un accidente de tráfico, lo que habría sin duda incrementado el número de víctimas.


"Fue muy mala suerte. Si llega a hacerse la foto en el otro lado del puente, su muerte no se hubiera producido", aseguraba ayer una persona mientras cruzaba el puente del siniestro.


El proceso para reparar el vallado de estas infraestructuras se divide en dos pasos. En primer lugar, la barandilla se asegura con bridas de plástico y con pletinas. Después se realiza un saneamiento general, lo que incluye la soldadura de las partes en mal estado y la pintura final. El apartado más sensible, soldar la pieza, suele llevar en cada puente alrededor de un día y medio.


Ayer mismo, varios trabajadores se afanaban en pintar la valla del paso sobre la A-2 a la altura del desvío a Épila (de donde parte la carretera autonómica A-1305), en el kilómetro 288 de la autovía. Mientras tanto, otros operarios arreglaban con el soplete en mano la base en mal estado de algunos tramos del siguiente paso elevado en dirección a Calatayud, que une dos caminos sin asfaltar.


Adjudicación del mantenimiento


Fomento adjudicó el 19 de octubre del año pasado un contrato para la conservación y explotación de la A-2 entre las localidades alfajarinense y bilbilitana, un tramo de 107 kilómetros en total. El concurso lo ganó una agrupación de empresas, el Grupo Ferrovial (15%), Grupisa Infraestructuras (60%) y Ferrovial Agroman (25%), por un importe de 402.850 euros y con un plazo de adjudicación de 19 años.


Al parecer, los trabajos de mejora en la red de pasos elevado de la A-2 ya estaban previstos, pero el siniestro vivido en La Muela dos semanas atrás los ha acelerado.


De cualquier forma, un suceso tan poco común como este puede acarrear graves consecuencias judiciales para Fomento, que en teoría es el propietario de todos los puentes sobre la autovía. El Ministerio también podría reclamar algún tipo de responsabilidad a la agrupación de empresas que ganó el concurso para el mantenimiento de la carretera. El contrato se hizo público hace ya siete meses, pero el arreglo de las vallas en mal estado no se ha efectuado hasta ahora.