RIBAGORZA

La mochila de un ciclista activa la alerta en el cuartel de Benasque

El edificio fue desalojado durante cinco horas, hasta que el robot de los artificieros confirmó que la bolsa no tenía explosivos.

Una mochila abandonada frente al cuartel de la Guardia Civil de Benasque, ubicado a unos 800 metros del casco urbano, obligó a movilizar ayer tarde al Grupo de Especialistas en Desactivación de Artefactos Explosivos (GEDEX) junto a un equipo de perros rastreadores y a un robot teledirigido, que alrededor de las 22.00 confirmó que se trataba de una falsa alarma.


Según pudo saber este periódico, el primer aviso fue dado en torno a las 17.30 por los propios agentes del cuartel, después de que observaran a través de las cámaras de videovigilancia que un hombre y una mujer depositaban una mochila junto a la valla que rodea el acuartelamiento y se marchaban. Según algunos vecinos, otra pareja que también paseaba en ese momento frente al edificio observó la bolsa y entró al cuartel para alertar a los agentes, que intentaron ir en busca de los dos sospechosos, aunque estos desaparecieron entre la gran afluencia de turistas que registra la localidad en este puente de mayo, con los establecimientos hosteleros casi al completo.


El cuartel fue desalojado y la Guardia Civil estableció un amplio perímetro de seguridad, restringiendo el paso hacia la carretera que une Benasque con la pedanía de Anciles y viceversa ya que en medio de ambas poblaciones está enclavada la instalación militar. Se trata de una vía de poco más de un kilómetro de longitud con la velocidad limitada a 30 kilómetros por hora que es muy frecuentada por senderistas ya que conduce a un circuito de paseo que rodea el río Ésera.


Al pie de esa misma carretera hay varios bloques de apartamentos aunque no fue necesario desalojarlos ya que se encontraban a una distancia suficientemente lejana como para que no les afectara una posible onda expansiva. De hecho, los inquilinos pudieron acceder sin problemas a sus viviendas durante toda la tarde-noche.


Los perros no olían explosivos


Los especialistas de los GEDEX llegaron a Benasque en helicóptero. Los perros rastrearon la mochila en busca de algún explosivo pero no se pudo determinar qué podía contener el interior. Por ello, los especialistas de la Guardia Civil decidieron desplazar un robot especializado en la desactivación de explosivos a distancia, que llegó dentro de una furgoneta alrededor de las diez de la noche.


El aparato inspeccionó la mochila y comprobó enseguida que dentro no había ningún tipo de artefacto explosivo sino que simplemente contenía algunos repuestos y ropa de ciclismo. Fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Huesca confirmaron a las 22.10 que se trataba finalmente de una falsa alarma y que se iba a abrir el perímetro de seguridad.


El edificio se encuentra en una zona bastante aislada. Construido en el año 1984, suele disponer de una plantilla estable de unos 17 agentes que realizan labores de seguridad ciudadana en la zona, a los que se une el Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (GREIM), formado por una decena de especialistas.


Desde el primer momento, el alcalde de Benasque, José Ignacio Abadías, estuvo en contacto permanente con los responsables de la Guardia Civil siguiendo el avance de las investigaciones y manteniendo una gran cautela a la espera de que se resolviera la situación.