COMARCAS

Villanueva danza de nuevo

Un grupo de vecinos rescata del olvido, gracias a investigaciones y testimonios orales y escritos, dos mudanzas del tradicional dance, que se dejó de practicar hace casi un siglo.

Villanueva de Gállego eligió el día de ayer, la festividad de San Jorge, para dar a conocer la recuperación de su dance, una tradición que vuelve a tomar forma casi un siglo después gracias a la voluntad popular. Tras bucear en las raíces de su antiguo baile, un grupo de vecinos dirigidos por el actual mayoral, Ricardo Morer, han rescatado una pequeña parte de la memoria histórica villanovense.


La representación ofrecida ayer, con dos mudanzas y dos pasacalles, se completará en las fiestas locales de agosto con otras tantas mudanzas. En el Día de Aragón participaron también los dulzaineros locales de Burxalsudel y los alumnos de la Escuela de Música Tradicional, con su profesor Eugenio Gracia a la cabeza.


Para la cita, miembros de las asociaciones involucradas y representantes municipales pidieron el apoyo de más voluntarios. Y es que ya hubo hace pocos años -entre 1997 y 2002- un intento por volver a poner en marcha esta colorida costumbre, pero faltaron fuerzas. Ahora, el dance regresa más asentado, con más voluntarios y con más años, dado que algunos de sus integrantes rebasan ya la cuarentena, aunque siempre a partir de las investigaciones llevadas a cabo a finales de los 90.


De las tres partes de que constaba esta representación popular se ha rescatado principalmente una, el baile en sí. De la primera -cronológicamente-, la pastorada o teatrillo, no ha quedado constancia. "Solo hemos hallado pequeñas referencias, y por ahora preferimos no inventarla", explica Ricardo Morer. Mientras, la tercera parte tuvo mucho que ver, según el mayoral, en la desaparición del dance en multitud de municipios (en Villanueva, esto se produjo entre 1915 y 1920).


Se conocían como "los dichos", y consistían en "poesías satíricas del mayoral dirigidas a los danzantes". Con el paso del tiempo, las críticas se hicieron cada vez más ácidas, hasta el punto de generar rencores entre los vecinos. De hecho, el propio Morer prefirió ayer no dejar constancia de algunas frases que se decían entonces porque algunos vecinos aún se podrían dar por aludidos. "Cuando recuperamos el dance, nos recomendaron expresamente que pasáramos por alto la parte de los dichos", reconoció el mayoral villanovense.


Sin embargo, sí ha sido posible rescatar de manera fidedigna el baile, gracias fundamentalmente al hallazgo de las partituras originales en la banda de música municipal. Así, se han recuperado seis mudanzas de palos y una de cintas. También se echó mano de un testimonio valiosísimo: el de Soledad Guillén, la hija del último mayoral, que conservaba los palos y el traje del danzante. Finalmente, todos estos datos se completaron con información sacada de otros municipios de la comarca y de los propios mayores de Villanueva de Gállego.


La puesta en práctica del tradicional dance vino ayer acompañada de la presencia de gigantes -un torrero y una torrera locales y cuatro invitados de la Almozara-, para cuyo baile se ofreció una música compuesta en exclusiva por Eugenio Gracia. Al mediodía, más de un millar de villanovenses participaron en la tradicional comida campestre.