RIBERA ALTA DEL EBRO

La DGA precinta un horno y expedienta a Idalsa

Medio Ambiente toma esta medida tras la denuncia presentada por el director general de la incineradora de Pradilla.

Tras la denuncia presentada por el director general de Idalsa, Eugeni García, en la que informaba a Medio Ambiente de la existencia de una incineradora ilegal, el Gobierno de Aragón tomó ayer la decisión de precintar el horno que carecía de permisos y se ha expedientado a esta empresa, ubicada en Pradilla de Ebro.


Según denunciaba el actual dirigente de la empresa, el pasado 7 de febrero conoció que la línea de incineración de materiales contaminantes adheridos a los materiales ricos en aluminio usados como materia prima en el proceso de producción de Idalsa, que se construyó en el 2006 siendo director general Miguel Ángel Lizaur Gómez, "incumple de forma grave las normativas vigentes de Industria, Medio Ambiente y Prevención de Riesgos Laborales".


Además, en el informe asegura que, pese a tratarse de una incineración, "se le denominó de forma eufemística deslacadora para intentar eludir las prohibiciones". Y añadió que el proceso de incineración genera grandes cantidades de óxidos de nitrógeno, gases muy ácidos, monóxidos de carbono y otras partículas cancerígenas.


Según el mismo documento, pese a las advertencias del nuevo director para que se clausurara temporal o definitivamente la instalación, Lizaur, ahora consejero delegado, se negó a hacerlo.


Tras la denuncia, ayer, técnicos del departamento realizaron una inspección en el vertedero de Pradilla, una práctica que se lleva a cabo siempre que hay una denuncia.


A finales del año pasado, Idalsa recibió la autorización ambiental integrada necesaria para funcionar (que es muy estricta en cuanto a las emisiones), pero solo para los dos hornos de fundición que los técnicos encontraron entonces. Pero recientemente, la empresa consideró que su materia prima, las escorias, se deben someter a un tratamiento previo de deslacado.


Para ello, ha puesto en marcha en pruebas un horno nuevo para eliminar las lacas y que el aluminio entre más limpio a los hornos de fundición con el objeto de reducir las emisiones a la atmósfera. Sin embargo, este horno no tiene los permisos pertinentes y todavía no está legalizado. Por ello, se ha precintado, se ha abierto un expediente y se ha remitido a Trabajo esta circunstancia, según informaron desde Medio Ambiente.


Desde la empresa informaron el pasado miércoles que Eugeni García, todavía director general de Idalsa, no va a la planta desde hace un mes y medio "por desavenencias laborales con los propietarios de la empresa", según dijeron.