TERUEL

Más ayudas para el albergue de perros y gatos de Alcañiz

El Ayuntamiento quiere aumentar su apoyo para evitar el cierre del centro, donde solo cuatro voluntarios se ocupan de 23 canes.

El Ayuntamiento de Alcañiz está dispuesto a incrementar las ayudas que viene ofreciendo al albergue de perros y gatos de Alcañiz -el único que hay en la provincia- con el fin de evitar el cierre de estas instalaciones, en las que solo cuatro voluntarios se hacen cargo del cuidado de 23 perros abandonados y varios gatos.


El concejal de Medio Ambiente de Alcañiz, Miguel Ángel Gracia, quien la pasada semana mantuvo una reunión con los miembros de la Asociación Protectora de Animales y Plantas (APAP) del Bajo Aragón, entidad que abrió el centro hace cuatro años, expresó su intención de aumentar el apoyo municipal para que continúe el servicio, que incluye la recogida de perros y gatos abandonados y su cuidado completo, tanto sanitario como de alimentación .


Sin querer desvelar algunas ideas que podrían mejorar la situación del centro, Gracia afirmó que "el Ayuntamiento quiere que las instalaciones sigan abiertas y para ello vamos a analizar los problemas y a ofrecer ayudas que permitan sacar a flote el trabajo de esta entidad".


Sobre el albergue planea la sombra del cierre por falta de voluntarios que puedan hacerse cargo de los animales y de la gestión del centro. La junta directiva de la APAP ha hecho un doble llamamiento desesperado. Por un lado, anima a personas de cualquier punto de Aragón a que se impliquen en alguna de las muchas labores que genera el albergue, entre ellas las administrativas. Por otro, solicita adoptantes para los 23 perros que siguen en el recinto, en previsión de que la crisis que afecta a la asociación sea insuperable y haya que cerrar las instalaciones.


"Tenemos 16 perros, algunos de ellos preciosos, que confiamos en que alguna familia los adopte. Pero hay otros siete asilvestrados que es más difícil que salgan del centro y que en caso de cierre, quizá solo les aguarde el sacrificio", explicó Pilar Pérez, presidenta del APAP.


Pérez atribuyó la situación del centro a un progresivo cansancio de los voluntarios. "Nos hemos ido quemando todos, porque el trabajo es duro", dijo. La asociación recibe anualmente 9.000 euros del Ayuntamiento y cuenta asimismo con apoyo económico del Gobierno aragonés.