COMUNIDAD DE CALATAYUD

"Sentimos que el hospital no tenga las características de un 'resort'"

El Justicia reprende a una responsable de Enfermería del Hospital Ernest Lluch, en Calatayud, por faltar al respeto a un paciente que se quejó por el servicio recibido.

El Justicia de Aragón hizo pública ayer una sugerencia en la que amonesta a una supervisora de Enfermería del Hospital Ernest Lluch de Calatayud por faltar al respeto a un paciente, al que, ante sus quejas por el servicio recibido tras una operación, respondió que las enfermeras no tenían "el poder de la videncia" y que sentía que el centro no tuviera "las características de un 'resort' en la playa". Pese a ello, Fernando García Vicente también reconoce en su resolución que la institución carece de "medios y competencias" para constatar si la atención médica recibida por el enfermo había sido inadecuada.


Los hechos sucedieron el pasado verano, cuando A. D. fue intervenido dos veces, una el día 9 y otra el 31, a causa de una "fractura abierta de calcáneo con herida inciso contusa en el pie derecho", como transcribe el Justicia en el escrito de queja recibido posteriormente por el afectado. En ambas ocasiones, el paciente recibió una anestesia epidural.


Al parecer, al salir del quirófano comenzó a sentir "fuertes dolores en la zona lumbar". Al llamar la atención sobre este hecho, la auxiliar aseguró que el daño era debido a la operación, y que debía esperar un tiempo para que remitiera. Un rato más tarde, y al observar que el enfermo se encontraba "blanco, sudoroso y con dolores muy fuerte", una compañera avisó a la ATS.


Un globo vesical


Esta trabajadora apareció "al cabo de diez minutos", según recoge la resolución del Justicia, y puso un calmante "sin mirar y sin preguntar al enfermo" qué le ocurría. Al reseñar el dolor suprapúbico que presentaba, así como el hecho de que había empapado la cama, la enfermera palpó y localizó un globo vesical, lo que producía dolor al paciente y por lo que fue sondado. Sin embargo, "no dio el aviso al nuevo turno", por lo que hubo que avisar a la nueva ATS, "que desconocía lo ocurrido y tuvo que ser informada por el propio enfermo". Este mismo hecho volvió a suceder al parecer horas más tarde.


En su escrito al Justicia, el afectado, pedía las "medidas oportunas" para que la ATS y la enfermera auxiliar recibieran "apercibimiento por su falta de responsabilidad" y solicitaba también el "seguimiento de protocolos" por el "buen funcionamiento de la sanidad pública".


A continuación, señala otros problemas que surgieron al solicitar un cambio de cama a otra más próxima a la ventana ante la "negativa de poder salir a una terraza o un patio a tomar el aire". El paciente formuló su petición en cinco ocasiones, hasta que fue aceptada por un médico.


Este último hecho es, principalmente, el origen de la dura respuesta de la supervisora de Enfermería 'A' del Hospital mediante un informe. Un documento que, a su vez, ha conllevado la sugerencia del Justicia.


En este informe, la profesional responde con ironía que "las enfermeras hasta el momento no han sido dotadas del poder de la videncia", por lo que son el paciente o sus familiares quienes deben "decir lo que le ocurre" al paciente. Así mismo, recuerda a este que se sometió a una operación quirúrgica, "no a un tratamiento en un balneario". "También sentimos -dice al final del documento extractado- que el Hospital no tenga las características de un resort en la playa o de un simple hotel", sino las de un centro "en el que no siempre es posible cambiar de cama por gusto del enfermo", afirma la supervisora.


Así, y tras dejar claro que la calidad de la atención médica no podía ser evaluada, el Justicia de Aragón sí hizo hincapié en que las anteriores afirmaciones no se ajustaban a las prescripciones legales. "Nos encontramos ante un escrito -asegura Fernando García Vicente- para cuya redacción podían y debían haber ponderado la forma de manifestarse y las expresiones utilizadas", algo agravado por el hecho de que el paciente "estaba padeciendo fuertes dolores". Por ello, resolvía sugerir al Departamento de Salud del Gobierno de Aragón a que se evitaran "expresiones inadecuadas" como las anteriores.


Mientras, tanto el Justicia como el propio afectado agradecieron el compromiso del Ejecutivo autonómico, en su respuesta a la institución, de crear un grupo de trabajo para tratar "temas relacionados con el confort del paciente".