MANCOMUNIDAD CENTRAL

Nuez de Ebro pide "celeridad" a la CHE para que encauce el barranco

Los vecinos temen que una riada provoque nuevas inundaciones en el casco urbano. Desde su construccion en los 70, la autopista forma una barrera natural para el agua.

En septiembre de 1991, una fuerte tormenta anegó el casco urbano de Nuez de Ebro. Entonces, como ahora, los vecinos achacaron las inundaciones a la construcción de la autopista AP-2, una infraestructura que ejerce de barrera natural al agua e impide que la lluvia caída se disperse por el campo. El Ayuntamiento nuecino lleva varios años intentando que la Confederación Hidrológica del Ebro (CHE) canalice de forma conveniente el barranco cuyo cauce cruza el término de Nuez.


Dos años después de que la CHE elaborase un estudio con las diferentes alternativas para arreglar el barranco, el alcalde nuecino, José Luis Almorín (PSOE), pide "celeridad" al organismo de cuenca para que elabore el proyecto de esta actuación. "Con cada tormenta un poco fuerte, la gente ya está pendiente de cuál es el estado del barranco. Como tampoco se hace un mantenimiento en su cauce, el peligro aumenta", señala.


El barranco que llega hasta Nuez recoge el agua que generan 50 kilómetros cuadrados de superficie que corresponden a los montes de Alfajarín y Farlete. Esto, unido a la deforestación vivida en los últimos años, da lugar a importantes avenidas en época de lluvias fuertes. Desde los años 70, se añade un riesgo adicional: la escasa capacidad de drenaje de la AP-2 impide la salida del agua.


Almorín, quien dice recordar la riada de hace 17 años -"incluso voló un camión en la N-II. Nuez se quedó incomunicada", rememora- asegura que el único interés que tiene el municipio es que el agua discurra hasta el otro lado de la autopista. "La cuestión es que no podemos esperar a tener uno o más fallecidos para poner en marcha las obras", añade.


El encauzamiento del barranco es una actuación incluida en el Plan Hidrológico Nacional, y prevé abrir un hueco suficiente para el paso del agua tanto en la autopista como en la acequia de Urdán, contigua a este vial. En estos momentos, según el Ayuntamiento nuecino, solo hay un punto de evacuación para todo el casco urbano de Nuez bajo la AP-2: un tubo de apenas metro de anchura (en la imagen). Incluso el agente de protección de la naturaleza de la zona alertó, tras las lluvias caídas el pasado mes de septiembre, que generaron ciertas afecciones, de la situación en que se encuentra el municipio ribereño y la "inquietud existente" allí.


Seis alternativas


En 2006, la CHE envió a Nuez un estudio con seis alternativas: tres de ellas suponen canalizar el barranco solo hasta la autopista y otras tres ampliar la infraestructura hasta el mismo río Ebro. Con la última solución, los costes se dispararían hasta más de diez millones de euros. Con la canalización parcial, la inversión rondaría los cuatro millones.


La más factible, en opinión del alcalde nuecino, entra dentro de la primera opción y supondría mantener la zona inundable aguas abajo de la AP-2. "Nos devolvería a la situación anterior a la autopista", asegura Almorín.


La Confederación, sin embargo, prefiere tratar con prudencia cualquier mención a los plazos. Desde el organismo de cuenca reconocen que aún están "estudiando" cuál de las opciones es "la más factible". "Buscamos una solución definitiva a un problema histórico, no solo un apaño", admiten las mismas fuentes.


El desarrollo futuro, en el aire


El problema que tiene Nuez es que el peligro de inundaciones afecta también al desarrollo futuro de la localidad. Con un término municipal pequeño, de solo ocho kilómetros cuadrados -15 veces menos, por ejemplo, que el de la vecina Alfajarín-, el vigente plan de ordenación urbana nuecino, aprobado hace poco tiempo, prevé un crecimiento residencial -también industrial, aunque mucho menor- por las zonas actualmente más potencialmente inundables, alrededor del casco urbano. De hecho, con el nuevo PGOU prácticamente todo el suelo situado entre la N-II y la autopista pasa a ser urbanizable.


"Yo pediría a la CHE un poco más de celeridad", valora Almorín. El primer edil precisa que llama "casi todos los meses" a la Confederación para pedir una reunión. "Pero nunca nos dan cita", lamenta. Con una actitud más reivindicativa, el alcalde nuecino pide aprovechar las obras para desdoblar la AP-2 (si es que se producen, ya que el Ministerio de Fomento ha optado inicialmente por construir una variante al sur del casco urbano) y ampliar el paso para el agua: "Ya que en su día cometieron un error histórico, que aprovechen ahora para subsanarlo", señala Almorín.