El Ayuntamiento de Pinseque mostró hace unas semanas su preocupación por la "actitud de algunos conductores" en la entrada provisional al municipio. El tiempo le ha dado la razón: en solo tres semanas, la Policía Local ha puesto casi medio centenar de multas por adelantamientos indebidos en el polígono industrial. En breve, los controles se verán además reforzados con la llegada de un radar para detectar la velocidad.

Desde el 21 de enero, dos agentes de la Policía de Pinseque dedican parte de su jornada, habitualmente dos horas, a vigilar el tráfico en el polígono industrial. Con las obras del paso a nivel sobre la A-68, el principal acceso al municipio permanece cerrado, lo que ha obligado al Ayuntamiento a acondicionar -con la ayuda del Ministerio de Fomento- el camino denominado Brazaolas, que enlaza la superficie industrial con el casco urbano pinsequero.

Desde entonces, el incremento del tráfico ha ido en consonancia con el aumento de imprudencias en la vía. En estas tres semanas, hasta en 46 ocasiones han sido detectados adelantamientos incorrectos, ya que ambos carriles están separados por una línea continua, pintada a mediados del pasado mes. Hay que tener en cuenta que los agentes permanecen un máximo de dos horas allí, y no todos los días. En la primera semana se pusieron 18 multas, 16 en la segunda y, en la tercera, 12 hasta el viernes.

El exceso de velocidad constituye un asunto aparte, ya que, aunque la Policía Local puede constatar que numerosos vehículos superan los límites marcados, de 40 kilómetros por hora -según una reciente señalización-, las multas están sin tramitar ya que los agentes no cuentan con un medidor. Ahora, el cuerpo local está a la espera de recibir un radar fijo o móvil para este tramo.

Los adelantamientos incorrectos están multados con 90 euros, dinero que sin embargo no acaba en las arcas municipales, sino en la Jefatura Provincial de Tráfico.

Llamamiento del Ayuntamiento

El llamamiento del Ayuntamiento de Pinseque se produjo el 19 de enero, un mes después de que el acceso desde la A-68 se cerrara de forma definitiva (así permanecerá hasta que se inaugure el puente sobre la autovía, previsto para este verano). "Solicitamos prudencia, sobre todo por las noches", se dijo desde el Consistorio. Además, la corporación mejoró la señalización del camino de Brazaolas y pidió más controles a la Policía Local y la Guardia Civil.

Las quejas de los vecinos continuaron, por lo que el Ayuntamiento solicitó radares para controlar la velocidad. También se incrementó el número de controles de alcoholemia. A medio plazo, se colocarán badenes para ralentizar la marcha.