El Museo del Vino de la Denominación de Origen Campo de Borja vivió ayer su primera Jornada de Puertas Abiertas, iniciativa que contó con el respaldo de la ministra de Agricultura, Elena Espinosa, y su homólogo en el Gobierno de Aragón, el consejero Gonzalo Arguilé.

Ambos conocieron las instalaciones del centro, que se ubica en el monasterio de Veruela, pero no fueron los únicos en descubrir los secretos del proceso que sigue la uva hasta convertirse en vino. Compartieron la experiencia con 200 niños de diferentes colegios de las comarcas de Campo de Borja y Tarazona y el Moncayo.

Espinosa destacó el esfuerzo que realiza la DO para aumentar su presencia en el mercado nacional. "Está creciendo día a día en calidad, con productos más encajados en los gustos de los consumidores, compaginando la exportación y el mercado nacional", dijo la ministra. Para ella, este museo del vino supone un perfecto ejemplo que sigue las directrices marcadas por la Estrategia del Vino 2010. Esta iniciativa, promovida por el Ministerio de Agricultura, quiere colocar a España como líder mundial en la venta de vinos. "Tenemos que ir siempre con iniciativas innovadoras como la de hoy, un museo interactivo con actividades educativas que introducen desde edades infantiles todo lo que significa el vino más allá de un consumo, y que informan sobre su cultura o su historia", afirmó.

El presidente de la DO también se refirió a la labor educativa que realiza Campo de Borja. "Los hombres y mujeres que trabajamos en el sector de la viticultura somos conscientes de la importancia de educar desde la infancia en esta tradición milenaria", dijo Gregorio García Chueca.

Por su parte, el consejero Arguilé resaltó el trabajo de la DO con la variedad de la garnacha, la más representativa de Aragón. "Borja pone el acento en una de las variedades más importantes que tenemos en Aragón, es como una identidad de la propia denominación", señaló Arguilé.