MANCOMUNIDAD CENTRAL

Alfajarín reclama a la DGA un nuevo colegio por el deterioro del actual centro

Grietas y humedades se acumulan en unas instalaciones construidas hace ya 50 años. Padres, profesores y concejales piden al Gobierno autonómico que tome medidas.

Un sinfín de grietas y humedades llenan las frágiles paredes del colegio público de Alfajarín, construido hace ya medio siglo. El temor a que el deterioro tenga consecuencias más graves ha unido a profesores, padres y responsables municipales. Todos ellos piden al Gobierno de Aragón que mejore las condiciones del actual centro, o bien que construya uno nuevo.


"Cuando entras, parece la serie de 'Cuéntame", recalca la presidenta de la Asociación de Padres de Alumnos del colegio, Mariluz Ramírez. Lo cierto es que el colegio Diputación Provincial, situado en la calle de la Portaza, recuerda a una época más cercana a la posguerra que a la actual. El mayor problema, además de la inevitable longevidad, radica en el material del que están hechos paredes y techos: "Yeso y adobe", señala el alcalde del Alfajarín, Santos Miguel (PAR). Estos elementos, muy permeables, se ven afectados por el salitre que hay en el subsuelo, que provoca la aparición continua de humedades.


No hay una sola habitación libre de grietas. "Por alguna, incluso se cuela el agua", dice una profesora. En los baños, baldosas colocadas hace apenas dos años se levantan, y lo mismo sucede en los suelos, muy combados. Para constatar el deterioro, basta con echar un vistazo a la pared trasera del edificio, que no ha sido arreglada: una capa de musgo cubre su base, que a la vista ofrece un estado precario e inestable.


"Cuando arreglamos el interior, hace seis años, quitábamos trozos de pared con la mano". Miguel Santos muestra su enfado por la continua inversión que ha de afrontar el Ayuntamiento: "Vamos haciendo apaños, pero es algo que no nos compete a nosotros sino al Gobierno de Aragón", dice el primer edil. Pese a tratar de evitar alarmismos, Santos reconoce que existe un cierto "temor" a que un techo se venga un día abajo. "Por muy controlado que esté todo, nunca se sabe", señala.


Estado "deficiente" para la DGA


Las quejas de padres y profesores no se sustentan únicamente en las evidentes grietas. En septiembre del año pasado, un informe de riesgos laborales realizado por un inspector del departamento de Educación ya resaltó el estado "deficiente" del centro en su conjunto. Más en detalle, otorgó esta calificación, entre otros, al estado de suelos, techos y paredes, de los servicios higiénicos o la existencia de rampas y escaleras. El documento catalogaba asimismo como "muy deficiente" el sistema antiincendios.


"Si este centro sigue en pie -apunta la concejal de Bienestar Social, María Antonia Higuero-, es sin duda por el esfuerzo económico que hace el Ayuntamiento, pero también por los servicios de limpieza: si no trabajaran tanto y tan bien, estaría ruinoso".


El deterioro tiene efectos también en el sistema de saneamiento, según sus usuarios. "No desagua bien, y esto provoca que a veces haya olores en los baños", señala una profesora. Aquí también son obvios los efectos de la elevada humedad que hay en el recinto: tan solo dos años después de que el Consistorio renovase uno de estas estancias, las baldosas ya se han levantado.


El personal docente del centro educativo asiste con preocupación al mal estado del colegio. "En algunas grietas se llega a colar agua. En general, todo está bastante deteriorado. Pero las aberturas de los pasillos… son preocupantes", señala una trabajadora. "¡Si es que todo sigue igual que hace años!", lamenta la presidenta de la AMPA, Mariluz Ramírez, quien constata la preocupación que existe entre los padres de que el deterioro tenga consecuencias más trágicas, considera que, "hoy por hoy", una reforma integral sería "suficiente", pero que "pensando en el futuro" la construcción de un colegio nuevo y de mayor tamaño "estaría muy bien".


El Ayuntamiento ya ha reservado una parcela en el barrio de Las Eras por si el Gobierno de Aragón atiende finalmente sus peticiones.