SOBRARBE

Los langostos volvieron a hablar en San Victorián

Los vecinos renovaron en San Victorián una ancestral tradición, según la cual el color de los saltamontes vaticina cómo serán las próximas cosechas

La aparición de langostos de color pardo sobre el mantel de las tortas bendecidas indicó que este año habrá buena cosecha de cereal en el municipio de Abizanda. Como marca la tradición, vecinos, familiares y amigos de la zona se juntaron ayer en la ermita de San Victorián para descubrir el color de estos pequeños insectos, del tamaño de una pulga, que auguran la próxima campaña de olivos, uvas y cereal, atendiendo a su color.


"Los que más se han visto han sido marrones claros y muy pocos negros y verdes", explicó el alcalde de Abizanda, Fernando Torres, muy atento a esta cita ancestral que se remonta siglos atrás. El color negro marca la presencia de uvas y por tanto buena campaña de vino, los verdes indican las olivas y el marrón, el cereal. La costumbre ha pasado de generación en generación y todos los vecinos confían en "las directrices de la naturaleza". "Siempre se ha cumplido, el año pasado salieron de color verdes y hemos tenido olivas", añade Torres.


Unas 200 personas rodearon un gran mantel blanco donde se apoyaban las tortas que cada año se encargan de comprar dos casas del municipio. Tras la bendición del sacerdote, que este año se estrenaba tras la jubilación del párroco de la zona, los langostos empezaron a saltar sobre los alimentos ante la atenta mirada de los presentes.


"Mira ahí, acaba de saltar uno y es marrón", decía una madre a su hija pequeña que entre la multitud intentaba ver el diminuto insecto entre las tortas.


Los más veteranos comentaban que en los últimos años se ha reducido el número de langostos, debido, entre otras cosas, al estado de la tierra. "En una ocasión estuvimos arreglando el camino y moviendo el terreno y ese año no se vieron casi langostos porque se estropearon los criaderos", contó.


Se vean muchos o pocos, todos confían en la previsión de la cosecha que este año será buena para el cereal. "Apenas hay gente que vive de la tierra, pero siempre se tiene algo cultivado o plantado", explica el edil. "Es un acto que se viene haciendo desde hace muchos años y es muy importante para los habitantes".


Junto con los vecinos, familiares que viven en Barbastro, Huesca y Barcelona se acercaron para compartir este día soleado. Incluso por curiosidad también llegaron vecinos de La Perdiguera y Berbegal, donde también celebran el día de San Victorián.


Aprovechando la numerosa visita a Abizanda, los jóvenes prepararon un chocolate caliente para acompañar la torta. "Lo hacemos con el objetivo de recaudar dinero para las fiestas y carnavales", explicó Javier Labat, miembro de la Comisión de Fiestas. "Aunque hoy no hace frío, la torta siempre se pasa mejor con chocolate", añadió.


Las fiestas mayores se celebran el 15 de agosto, aunque, el 9 de mayo, los vecinos hacen una comida popular con charanga, en esta misma ermita para celebrar San Gregorio.


La relación de la naturaleza con el trabajo de la tierra ha sido transmitida a los jóvenes que también viven esta tradición. Todos ellos recuerdan cómo sus abuelos ya hablaban del color de los langostos. "Lo hemos vivido desde siempre. Es algo que está ahí ya sea por la vegetación o por otra serie de condicionantes", recordaba Labat.


Los peregrinos llegaron en su mayoría en coches aunque algunos hicieron el último tramo a pie, como antaño. A la ermita situada sobre un monte, se accede a través de una pista que sale en el "Alto los Pinos", entre la localidad de Abizanda y Naval.