Antonio Alcaide: "Ahora hay que conseguir la obligatoriedad de su uso en Aragón"

Tras el anuncio de que los 28 campos de fútbol municipales de Zaragoza contarán con un desfibrilador, el representante de la Asociación Española contra la Muerte Súbita José Durán aboga por un cambio en la legislación para extender el uso de estos aparatos.

Antonio Alcaide, durante su comparecencia en las Cortes de Aragón en 2016.
Antonio Alcaide, durante su comparecencia en las Cortes de Aragón en 2016.

Una de los objetivos de Antonio Alcaide se ha cumplido. El Ayuntamiento de Zaragoza ha puesto en marcha el proceso de licitación para dotar a los 28 campos de fútbol municipales de un desfibrilador una propuesta que el representante en Aragón de la Asociación Española contra la Muerte Súbita (AEMS) José Durán trasladó a la concejalía de Deporte en verano del año pasado. "Me parece fenomenal que se vaya a hacer algo y que el Ayuntamiento se haya dado cuenta de lo importante que es contar con estos aparatos", afirma y adelanta que ahora "hay que conseguir que su uso en Aragón sea obligatorio".

La legislación aragonesa al respecto data de 2006 y en ella se recomienda la presencia de desfibriladores en zonas de gran afluencia de público. "En su día resultó pionera, pero ahora ha quedado por detrás de muchas otras comunidades", señala Alcaide, cuyo hijo falleció en 2014 a los 21 años durante un partido en el campo de fútbol Nuevo Ranillas. "Es fundamental que la gente se conciencie más sobre su uso y que se enseñe cómo se maneja desde edades tempranas", comenta. A este respecto, en septiembre del año pasado compareció ante las Cortes de Aragón realizando varias propuestas. "Todos los partidos políticos parecieron estar de acuerdo en lo expuesto, pero sin embargo no se ha avanzado", denuncia.

En el plano deportivo también reclama "un mayor interés por parte de los clubes". "El tiempo de respuesta ante una parada cardíaca no debe superar los cinco minutos, por lo que la reacción y el acceso a los medios necesarios debe ser rápida", explica apuntando que "aunque los médicos me dijeron que era complicado, en mi fuero interno siento que si en el campo en el que falleció mi hijo hubiese habido un desfibrilador se hubiese podido salvar".

Ahora uno de los próximo objetivos que se plantea es que los coches patrulla de la Policía Local de Zaragoza cuenten en su equipamiento con uno de estos dispositivos. "He hablado con responsables del Ayuntamiento y parece que algo se va a poder hacer pronto", indica.