Diego Puig rescata un punto para el Borja en el Carmen

El Sariñena se adelanta en dos ocasiones, pero termina cediendo en el añadido.

Sariñena: Uros, Moreira, Roger, Viera, Marcos, Villellas, Ramón, Marqués (Manau, 83), Mika (Trincado, 46) (Schuster, 76), Buenacasa y Bruju.

Borja: Juanjo, Puyo, Machote, Carbó, Crespo (Joaquín, 42), Roncal, Mercadal, Diego Puig, Jesús Fernández (Pantoja, 62), Diego Fernández y Yuste (Gabri, 70).

Goles: 1-0, min. 22: Marqués. 1-1, min. 81: Puyo. 2-1, min. 85: Villellas. 2-2, min. 93: Diego Puig, de penalti.

Árbitro: Ruiz Gracia. Amonestó a los locales Roger, Marcos, Mika y Buenacasa. Por los visitantes, fueron amnestados Juanjo, Roncal, Mercadal, Pantoja y Diego Fernández. Expulsó a Bruju en el 75 por doble cartulina amarilla.

Mal sabor de boca para el Sariñena en un partido que se le escapó con un penalti en contra en el tiempo añadido y que Diego Puig transformó.

El Sariñena jugó mejor en la primera mitad, liderado por Buenacasa y Bruju. Sin embargo, el primero en avisar fue Diego Fernández con una jugada que Uros desbarató. Viera respondió con una ocasión para el Sariñena en el 9, pero fue Marqués, en el minuto 22, quien inauguró el marcador a pase de Roger. Los mejores minutos locales llegaron entonces, pero no supieron crear mucho peligro.

En la segunda mitad el Borja midió fuerzas medidas y pronto puso a prueba a Uros. En el minuto 67, Viera tuvo que hacer de salvador al sacar un doble remate bajo palos. Poco después, Ramón respondió para el Sariñena con una nueva ocasión que Juanjo logró parar.

Bruju, en el 73, acabó expulsado por segunda tarjeta amarilla en una acción muy discutida por la afición de El Carmen. En superioridad el Borja se creció y pronto la lucha visitante tuvo su premio con un tanto de Puyo de cabeza, pero poco le duró la alegría a los visitantes, pues apenas cuatro minutos después el capitán monegrino se sacó una genialidad de la chistera con un disparo por la escuadra desde 30 metros.

El reloj siguió corriendo y los dos equipos, cargados con demasiadas tarjetas, acabaron jugando con más corazón que cabeza. El colegiado, finalmente, añadió cinco minutos de más, los locales desesperaron, y cuando la victoria parecía amarrada, un penalti por mano hizo volver a la vida al Borja. Diego Puig, sin nervios, acertó desde los once metros.