Ya está aquí, toda la temporada trabajando para conseguir estar dentro. Una etapa de la competición que se caracteriza por el desgaste físico y psíquico que conlleva la acumulación de jornadas, pero sobre todo por la satisfacción de llegar donde se quería.

Se nos presenta por delante una fase de ascenso repleta de emociones dónde el aspecto mental tendrá un gran peso y la interpretación que hagamos de estos partidos será clave en el “CÓMO” nos enfrentaremos:

1. Mantener las rutinas de siempre os ayudarán a mantener un nivel de activación óptimo para la competición.

2. Es fácil que en estos partidos donde sólo hay sitio para uno aparezca la presión, para gestionarla no debéis de olvidar los recursos de los que disponemos para afrontarla.

3. Lo mejor para generar confianza es recordar los méritos deportivos y así poder analizar qué habéis hecho de forma excelente para llegar hasta aquí.

4. Centrar vuestra atención en lo que depende de vosotros y olvidar lo que no vais a poder controlar.

5. Que la responsabilidad de estar aquí no se convierta en miedo sino en oportunidad.

6. Utilizar mensajes positivos entre compañeros y hablaros con seguridad para preparar a vuestro cerebro a que actúe con eficacia.

7. El éxito no es casualidad, ni pura coincidencia, se logra gracias a las buenas decisiones que habéis ido tomando.

8. Ser persistentes y enérgicos, disfrutar de algo que es vuestro y visualizar lo que queréis conseguir para que sea más fácil llegar.

Vosotros elegís con qué actitud vas a salir al campo y recuerda que dónde no llegue el cuerpo lo hará la cabeza.