La pizarra del debutante guía al Robres a Tercera División

Los monegrinos han sido el primer equipo en conseguir el ascenso esta temporada en lo que supone un brillante estreno como primer entrenador de Diego Allueva. Entre sus jugadores clave destacan Barrachina, Nogueras, Ayneto y Rodri.

Once inicial del Robres en su partido contra el Actur Pablo Iglesias.
Once inicial del Robres en su partido contra el Actur Pablo Iglesias.

El CD Robres ha sido el primer equipo de Regional Preferente en asegurarse una plaza en Tercera División el próximo curso. La regular campaña del conjunto que gestiona Diego Allueva le garantizó abrazar el ascenso con seis jornadas todavía por disputarse. Tres temporadas después de abandonar la categoría nacional, la escuadra monegrina ha cumplido el objetivo.

El pasado verano la directiva que encabeza Sergio Moreu puso en manos de Allueva el proyecto que debía catapultar al equipo a Tercera División. El técnico gozaba de experiencia en la preparación física en equipos como el Real Zaragoza B o el Sariñena, pero se estrenaba como primer entrenador con las diferencias que ello conlleva. "No tenía miedo, pero sí respeto. Hasta entonces había sido una marinero que decía cosas y daba su opinión; pero el que tomaba las decisiones era el capitán, el entrenador. Coincide, además, que con la mitad de los jugadores compartí vestuario como futbolista en el Robres y a la otra mitad la había entrenado en la Ciudad Deportiva, y no es fácil dejar sin jugar a amigos tuyos", expresa Allueva.

Todas aquellas dudas iniciales se han disipado con el transcurrir de la competición. El Robres, apoyado en jugadores como Barrachina, Nogueras, Garrido, Mir, Ayneto y Rodri, ha sido líder en 19 jornadas y mantiene una brecha lo suficientemente amplia con el tercer clasificado como para haber celebrado ya el ascenso, pero además es el que menos goles ha encajado y el segundo máximo realizador.

"Optamos por hacer una presión alta y por tener la posesión del balón, generamos muchas ocasiones y los resultados han sido triunfos o muy cortos o muy holgados. En defensa concedemos pocas ocasiones, así que todo depende de nuestro acierto. Esa es la tónica de nuestros partidos", comenta Allueva. El bagaje resulta envidiable a estas alturas, pero Allueva reconoce que se debe mirar más allá: "Que haya tantas diferencias en la clasificación es engañoso porque hay muy buenos rivales: el Tamarite, claro, pero también el Caspe, el Benabarre o el Alcolea, que no están arriba".

El técnico desvela que parte del éxito del Robres radica en lo que ocurre entre semana: "Es un privilegio tener una plantilla de 24 futbolistas porque garantiza calidad en los entrenamientos. Si bien tenemos jugadores que se pueden entrenar a un 70 u 80 %, también es cierto que compiten al 100 % el día de partido".

Ese esfuerzo sobre el terreno de juego adquiere un mayor relieve en el contexto en el que se ha movido el Robres. "Hubo semanas complicadas, se marchó gente, llegaron las lesiones y, de los que empezaron, solo 12 continúan; pero por suerte incorporamos a jugadores que venían de no competir como Castellano o Garza y que lo hicieron bien", explica.

El Robres busca ahora acabar como primer clasificado. Por delante le quedan envites frente a rivales de la zona baja y el equipo no quiere dejarse llevar demasiado. "Vamos a disfrutar y a intentar lograr el campeonato de liga. Trataremos de ser honestos en los partidos que quedan", manifiesta Allueva, que en principio tiene apalabrado un año más en el banquillo.

La preparación física, punto de partida

Diego Allueva es técnico deportivo superior en fútbol y licenciado en Ciencias de la Actividad Física. Su carrera como técnico la inició en 2009 como preparador físico del Real Zaragoza de Liga Nacional Juvenil que dirigía Paco Pérez, donde permaneció tres años más con Juan Carlos Beltrán al mando. En 2012 formó parte del cuerpo técnico de Álex Monserrate en el Real Zaragoza B, en Segunda División B, hasta que Solana se hizo cargo del equipo. La temporada siguiente, también junto a Monserrate, se encargó de la preparación del Sariñena hasta que llegó Manolo Villanova. La anterior campaña formó parte de las categorías base del Helios y el pasado verano se estrenó como primer entrenador en el Robres, a la vez que ha compaginado el cargo con el de técnico en el Infantil B del Helios. En el conjunto monegrino le acompañan Dani Bruna, como segundo entrenador, y Borja Benedé, como entrenador de porteros y responsable de la estrategia.