Absuelven por legítima defensa a una maltratada que lesionó a su agresor

La Audiencia Provincial ha confirmado la sentencia dictada en su día por el juzgado de lo Penal número 8 en la que absolvió a una mujer maltratada al aplicarle la circunstancia eximente de legítima defensa. En el mismo fallo, condenaba al agresor a una pena de 56 días de trabajos en beneficio de la comunidad, así como a un año de alejamiento de la víctima y tres de prohibición de portar armas.


Durante el juicio, el fiscal acusó a ambos de lesiones en el ámbito familiar y solicitó un año de prisión para él mientras que para ella pidió una condena de año y medio de cárcel ya que le imputó además un delito de amenazas.


Sin embargo, dado los hechos que quedaron probados en la vista oral, la juez consideró que debía absolver a la mujer pues no hizo más que defenderse del ataque. También entendió que no debía enviar a prisión al hombre, ya que las lesiones fueron calificadas de leves por los médicos.


Según la sentencia, la agresión se produjo el pasado marzo, en un domicilio de Cuarte. Ambos iniciaron una discusión a raíz de que ella le dijera que quería romper su relación. La bronca comenzó sobre las 19.00 y dos horas después alcanzó su momento crítico cuando el acusado –"actuando con evidente intención de menoscabar la integridad física de su pareja", dice el fallo–, le dio dos bofetadas en la cara, la empujó y la golpeó en el pecho. Acto seguido, comenzaron un forcejeo y, durante el enfrentamiento, la mujer cogió un cuchillo de la cocina "para que él cesase en su agresión y la dejase salir de la casa", tal y como recoge la juez. En ese momento, ella había abierto la puerta del rellano, él no le permitía abandonar el piso y le gritaba para que soltase el cuchillo. Al final, se lo quitó tirándolo al suelo mientras que la agarraba del cuello con el brazo por detrás ahogándola. Ante esta situación, la mujer se defendió dándole un mordisco en el antebrazo, tras lo cual el acusado la agarró del pelo, la tiró al suelo y le propinó una patada. Cuando logró abandonar el piso y una vez en la calle, el acusado volvió a agarrar a su pareja y la zarandeó al tiempo que le decía: "Hija de puta, desgraciada, a dónde vas a ir sin mí".


Como consecuencia de la agresión ella sufrió una contractura cervical, una contusión mamaria y estrés adaptativo. Él tuvo una excoriación en el tórax y una contusión en el brazo compatible con una mordedura. El acusado, defendido por la letrada Lourdes Barón, negó en todo momento haber agredido a la mujer, mientras que ella, asistida por la abogad María José Sancho, contó desde el primer momento que se defendió.

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