Transformación digital e inversión, pilares para una convivencia normalizada con el virus
En consecuencia, lo que nos vendría a enseñar el «rinoceronte gris» es que habríamos estado pasivos en todo el mundo al dar respuestas débiles a las señales (el SARS 2003, la gripe aviar 2009 y la epidemia del ébola 2014) que advertían de unos riesgos de alta probabilidad y gran impacto que habrían sido ignorados hasta que ya era demasiado tarde.
Dos años después de los primeros indicios de la covid-19 en China, lo que sí hemos aprendido es que cuando están en juego la vida y la salud de las personas tenemos que anticiparnos en las respuestas.
Para ello, necesitamos una potente y consolidada financiación del sistema sanitario público y unas redes de vigilancia epidemiológica con sistemas de información conectados globalmente y con agencias de salud pública que, como la que se va a crear en España, intercambien datos y coordinen actuaciones desde el conocimiento y la ciencia.
La pandemia nos ha enseñado que la ciencia y la política tienen que ir de la mano en la predicción de riesgos, en la adopción de medidas y en el desarrollo de las vacunas que, gracias a la rápida actuación de los gobiernos, de las universidades y de los centros de investigación públicos y privados, se han administrado en un tiempo récord inferior a un año. Se trata, en definitiva, de reducir el error humano desde el conocimiento.
Durante el tiempo de la pandemia, hemos descubierto que la Atención Primaria ha sido fundamental para luchar contra la covid-19 y lo será para prevenir futuros riesgos.
Estamos viviendo también un fuerte incremento en los casos de alteraciones emocionales (ansiedad, angustia y depresión) y de trastornos mentales que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), serán la principal causa de discapacidad en 2030.
Los datos dicen que 8 de cada 10 personas con problemas de salud mental no tienen empleo y que estas enfermedades golpean con más dureza a los que tienen menos recursos. Los cuidados van a ser más cada vez relevantes en las políticas sanitarias.
Como lo está siendo ya el vertiginoso avance de la digitalización que la pandemia ha provocado en nuestra vida cotidiana y también en los sistemas públicos de salud. Estamos ante una oportunidad para acercar y mejorar la atención a los usuarios vivan en una ciudad o en un pequeño municipio.
Hemos sido las comunidades autónomas las que hemos llevado el peso de la gestión de la covid-19. Aragón ofrece la singularidad de haber sido la única que ha aprobado una ley pionera en el conjunto del Estado que ha agilizado la adopción de medidas según cómo evolucionaba la curva epidemiológica.
Esta ley para el control de la covid-19 en Aragón establece niveles de alerta y define riesgos y actuaciones a poner en marcha basadas en el criterio científico, buscando siempre con una estrategia de mitigación del virus la proporcionalidad entre las restricciones, los derechos fundamentales de los ciudadanos y la actividad económica.
Otras singularidades han sido que hemos encontrado una nueva forma de trabajar en equipo en el departamento; que hemos afinado los sistemas de intercambio de información y gestión de datos con otros departamentos como los de Educación y Ciudadanía y Derechos Sociales; que hemos firmado un convenio pionero con la red de farmacias para que estos profesionales sanitarios puedan realizar pruebas diagnósticas y emitir los certificados covid en todo Aragón; que hemos buscado alianzas con los ayuntamientos, las comarcas y las diputaciones, y también con los Consejos de Salud, las asociaciones de vecinos y las entidades sociales.
En todo momento hemos sido conscientes de nuestras limitaciones y, por eso, desde el primer minuto decidimos que la transparencia era innegociable porque necesitábamos acercar a los ciudadanos a la gestión sanitaria y a la toma de decisiones en una pandemia que está amenazando la vida y la salud de todos.
Cuando más solos estábamos, recién llegados durante el verano de 2020 y golpeados por una ola de contagios que desde algunos medios de comunicación con sede en Madrid llevaban camino de convertir a Aragón en una pintura negra, nos reconfortó la reacción de los aragoneses a los que sentimos cerca de nuestro modelo de gestión basado en la transparencia y en la verdad.
Ese brote de aragonesismo, que creo que nos cohesionó un poco más como comunidad, es algo que nunca olvidaremos en el departamento de Sanidad.
LAS INVERSIONES, PROTAGONISTAS
Mientras la pandemia continúa amenazante no hay mejor perspectiva ni observatorio que el Presupuesto del departamento de Sanidad para 2022.
La cuantía de 2.242 millones de euros significa que más del 30 por ciento del Presupuesto total de la comunidad autónoma se va a destinar a la protección de la salud y a la atención sanitaria.
Es el segundo presupuesto más elevado de la historia del departamento de Sanidad y el segundo presupuesto más elevado del organismo autónomo SALUD que tiene asignados 2.098 millones, más del 90 por ciento.
El capítulo de inversiones del SALUD es uno de los protagonistas de este ejercicio presupuestario. Para el próximo año se han consignado 110 millones de euros, la mayor cifra de la historia reciente, de los cuales 84 se destinan a nuevos centros sanitarios y a otras construcciones.
A los nuevos hospitales de Teruel y Alcañiz se asignan casi 69 millones de euros. Teruel es la única provincia de España en la que se están construyendo simultáneamente dos hospitales.
Es un compromiso del Gobierno presidido por Javier Lambán para avanzar en la cohesión social y territorial de Aragón con dos equipamientos sanitarios de calidad que, junto con otras inversiones públicas ya culminadas o en marcha, van a reforzar el dinamismo y el atractivo de la provincia.
En Huesca, la reforma de las Urgencias del Hospital San Jorge, que está previsto que finalice el próximo año, cuenta con casi 4 millones de euros.
Y en Zaragoza también está previsto que durante el 2022 finalicen las obras del nuevo Centro de Salud del Barrio Jesús, que cuentan con una asignación de 3,7 millones de euros.
Este equipamiento resulta imprescindible para aliviar la situación de la Atención Primaria en la Margen Izquierda de la capital de Aragón, una de las zonas que más está creciendo en población en los últimos años.
También hay partidas para iniciar la tramitación del nuevo Centro de Salud de Barbastro, la redacción del proyecto del Perpetuo Socorro de Huesca, así como la reforma de las Urgencias del Hospital Ernest Lluch de Calatayud.
Finalmente, aparecen 13 millones de euros para renovar los equipos de alta tecnología (resonancias, aceleradores lineales) con la finalidad de mejorar los diagnósticos y los tratamientos en los centros sanitarios aragoneses.
TRANSFORMACIÓN DIGITAL
El Presupuesto del departamento de Sanidad para el 2022 está enfocado hacia la transformación digital, hacia la extensión de los sistemas de información y de conectividad con los usuarios y, en definitiva, hacia la consolidación de un sistema sanitario adaptado al siglo XXI.
Los objetivos de la nueva Dirección General de Transformación Digital, Innovación y Derechos de los Usuarios, que se va a estrenar con una dotación de 3,5 millones de euros, están en sintonía con el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) para la Salud de Vanguardia que presentó el pasado 15 de noviembre el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez.
Con este PERTE se pretenden movilizar más de 1.469 millones de euros hasta el 2023 desde los sectores público y privado.
Va a ser una oportunidad histórica, gracias a los fondos europeos, para posicionar a España como líder en la innovación y en el desarrollo de terapias avanzadas orientadas a la curación de enfermedades como la diabetes, las neurodegenerativas o la esclerosis lateral amiotrófica entre otras.
Para ello, será necesaria la alianza de universidades, centros de investigación, sistemas de atención primaria y hospitalaria, y empresas grandes, pequeñas y tecnológicas.
Así se ha conseguido que la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios autorizara el pasado 15 de noviembre el ensayo clínico en fase II de la vacuna española Hipra contra el Covid.
Este ensayo, que se llevará a cabo en 10 centros hospitalarios y contará con más de 1.000 voluntarios, ha sido financiado por el Gobierno de España con 15 millones de euros.
Y así se ha logrado en Aragón que compañías como Certest Biotec, fabricante de pruebas para detectar la covid, quieran impulsar un parque tecnológico en San Mateo de Gállego o que la multinacional estadounidense Becton Dickinson haya comenzado en La Cartuja la construcción de una planta para fabricar jeringuillas de vidrio con una inversión prevista de más de 200 millones de euros y la creación de 600 empleos.
La pandemia, que nos ha abierto los ojos sobre la alianza entre la salud y la economía, nos ha enseñado también que resulta prioritario tener los chips y los suministros cerca de las plantas de producción para evitar que se paralicen. Es esencial contar con una reserva estratégica de proximidad que favorezca la relocalización industrial y prevenga los cortacircuitos de la globalización. La industria médico-farmacéutica ya está rondando los 4.000 empleos en Aragón.
El PERTE para la Salud de Vanguardia va a ser una oportunidad histórica también para desarrollar la medicina personalizada de precisión, un Sistema Nacional de Salud digital con bases de datos integradas y con historias de salud digital interpretables vayan donde vayan los usuarios, y una Atención Primaria digitalizada.
Las tecnologías han acercado los servicios sanitarios a las personas en los meses más duros de la covid-19. Están siendo, y lo será aún más en el futuro, de una gran ayuda en Aragón y en toda la España despoblada.
Nuestra comunidad autónoma está en la vanguardia con las mejoras en la aplicación Salud Informa; con el sistema de autocita clave en el éxito de la vacunación; con el desarrollo de la historia clínica unificada, que estén donde estén será la memoria sanitaria de los ciudadanos desde que nacen hasta que fallecen; con la conexión entre niveles asistenciales desde el 061 y la Atención Primaria hasta la Especializada y la Hospitalaria; y con la comunicación entre los Centros de Salud y las residencias de mayores para hacer el seguimiento de los enfermos crónicos y dependientes. Este último programa, que ya se está aplicando en varios sectores sanitarios, ha merecido el reconocimiento nacional.
ATENCIÓN PRIMARIA Y SALUD MENTAL
El departamento de Sanidad está firmemente comprometido con la renovación del actual modelo de Atención Primaria que ya ha cumplido más de 30 años, que está sufriendo fuertes tensiones y sobrecargas de trabajo durante la pandemia y que tiene que adaptarse de una manera modulada a los cambios tanto en las ciudades como en el resto del territorio.
Este compromiso, la «vuelta de tuerca» que anuncié públicamente, está en consonancia con el Nuevo Marco Estratégico y con el Plan de Acción para la Atención Primaria anunciado el pasado mes de octubre en Canarias por la ministra de Sanidad, Carolina Darias, que se presentó a las comunidades y ciudades autónomas el pasado día 15 de diciembre y que, por primera vez, va ligado al desarrollo de un presupuesto finalista.
Al principio del texto me refería al fuerte impacto de la pandemia sobre la salud mental de los ciudadanos. Pues bien, en Aragón vamos a contar con un Acuerdo Marco para la atención en recursos específicos en salud mental infanto-juvenil y para trastornos de la conducta alimentaria con el propósito de abrir lo más pronto posible un centro de larga estancia.
Hemos sido una de las primeras comunidades en aprobar una Estrategia de Prevención del Suicidio, que es la primera causa de muerte de jóvenes entre los 15 y los 29 años, habilitando un teléfono de atención, el 112, para los casos de riesgo de suicidio.
El 112 facilita que ante situaciones de crisis los casos se deriven inmediatamente a los servicios de emergencia. También hemos presentado un protocolo para asistir desde la Atención Primaria y Especializada a los enfermos de Covid persistente.
Es evidente que la red pública de salud mental necesita más psiquiatras y más psicólogos clínicos.
Dentro del espíritu de cogobernanza que está caracterizando la gestión de la pandemia, vamos a estar muy atentos al desarrollo del Plan de Acción de Salud Mental y Covid-19 presentado a primeros de octubre por el presidente del Gobierno de España como uno de los pilares fundamentales de las reformas del Sistema Nacional de Salud.
Dotado inicialmente con 100 millones de euros, tiene previsto, como ya se ha hecho en Aragón, habilitar un teléfono informativo gratuito y confidencial durante las 24 horas del día para los afectados por riesgo de suicidio y para los familiares.
VACUNACIÓN Y PASAPORTE COVID
La covid-19 continúa siendo una amenaza para nuestra salud y para nuestras vidas como se está demostrando con esta nueva ola pandémica, la séptima en Aragón. Cada vez que creemos que le hemos tomado la delantera, nos vuelve a sorprender para sacudirnos de nuevo con la incertidumbre.
Aragón fue de las primeras autonomías en solicitar a su Tribunal Superior de Justicia, sin respuesta positiva inicial, la autorización para poder exigir el certificado covid.
Posteriormente, lo avaló primero para el ocio nocturno y eventos multitudinarios, y después en celebraciones en establecimientos de hostelería, siempre y cuando participen más de 10 personas, en las salas de juego y de apuestas, y para las personas que acudan a residencias y hospitales a visitar a residentes o enfermos.
En el departamento de Sanidad hemos decidido recurrir ante el TSJA la decisión de vetar la ampliación del certificado covid a la hostelería cuando supere un aforo de 50 personas y a los cines, teatros y gimnasios, porque en las puertas de las fiestas navideñas la situación de la pandemia y el número de contagios son preocupantes, de riesgo muy alto. Aunque las vacunas han atenuado notablemente la gravedad de los casos, también están subiendo las hospitalizaciones y los ingresos en las UCI.
La ampliación nos parece necesaria, urgente y proporcionada, para prevenir los efectos de unas fiestas que conllevan un extraordinario aumento de las reuniones familiares y sociales, y para incentivar la vacunación de los que todavía no lo han hecho, sobre todo de los jóvenes.
En el último mes, los no vacunados suponían el 58 por ciento de los ingresados en las UCI. A los que tienen que recibir la tercera dosis de refuerzo, quiero pedirles que se movilicen para autocitarse como ya lo hicieron anteriormente a través de la aplicación y de la web Salud Informa.
Para finalizar, quiero agradecer a toda la organización sanitaria aragonesa el extraordinario trabajo que están realizando durante la pandemia y desearles certezas y alegrías para el 2022. Han sido el músculo que nos ha permitido resistir las siete olas pandémicas.
Para una consejera de Sanidad las mejores perspectivas son la confianza en los profesionales a los que tenemos que cuidar y la ejemplar colaboración de todos los aragoneses, como se está demostrando con el elevado porcentaje de vacunación y estoy segura de que también con un comportamiento responsable de todos durante las celebraciones navideñas.
