Es la ciudad del amor, un referente mundial de la arquitectura mudéjar, emblema del modernismo y cuna de famosos dinosaurios. Estos tentadores ingredientes hacen de Teruel uno de los lugares más atractivos para visitar en familia y disfrutar de una escapada inolvidable.

En lo relativo a los dinosaurios, los animales más populares entre buena parte de los niños, cabe destacar Dinópolis Teruel, un gran parque que combina ciencia y diversión y que incluye el museo paleontológico más grande de Europa, en el que se puede encontrar una gran variedad de actividades adaptadas para los más pequeños, que se podrán convertir en expertos científicos mientras conocen la historia de primera mano.

Un recorrido por los principales puntos del casco histórico y el primer ensanche de la ciudad de la mano del tren turístico es otro de los atractivos que ofrece el municipio, junto con el de la visita a los aljibes medievales, que permite descubrir datos curiosos como la forma en la que se construyeron, cómo se almacenaba el agua y cómo se distribuía a la población. Además, uno de los aljibes está transformado en sala de proyección, en la que se pueden visionar documentales explicativos sobre el Teruel de la Edad Media.

Esta época es precisamente una de las que más interés genera en los niños, que pueden regresar a ella a través de la muralla de Teruel. Recorrer sus muros, convertirse en auténticos caballeros y conocer de primera mano el armamento de los soldados serán algunas de las experiencias de las que podrán disfrutar. Y, desde su paseo de ronda y los torreones, podrán admirar las magníficas vistas de la ciudad, además de conocer el Acueducto de los Arcos.

Los Amantes de Teruel

Otra de las opciones más interesantes tiene que ver con Diego e Isabel, los protagonistas de una de las leyendas de amor y tragedia más importantes de la Edad Media. El Conjunto Amantes de Teruel ofrece visitas familiares adaptadas a partir de los siete años, las cuales permitirán a los niños conocer los detalles de esta bonita historia, además de imaginar cómo era la vida de la ciudad en el siglo XIII.

Igualmente, podrán recorrer todos los rincones de la Iglesia de San Pedro, subir a la primera torre mudéjar que fue construida en la ciudad y ver el paseo de ronda de una iglesia-fortaleza.

El Museo de Teruel o la Torre del Salvador se suman a una completa oferta turística ideal para todos los públicos y en la que también ocupa un lugar destacado la naturaleza, con diversos recorridos que comienzan a solo diez minutos del casco histórico y que son aptos para todas las edades.

Todo ello de la mano de la oficina municipal de turismo, ubicada en la plaza de los Amantes, cuyos trabajadores asesoran a los visitantes y organizan las visitas en función de las necesidades del público.