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Dos bicicletas, algo de equipaje y dos placas solares. Era todo lo que necesitaron Pedro García y Marcos Rupérez para comenzar su ruta. Pueblo a pueblo, buscaban el talento de aquellos emprendedores que se habían alejado del ruido urbano para encontrar el foco en algún rincón del Pirineo aragonés.  

Pedro García y Marcos Rupérez no necesitaron demasiado para iniciar su gran aventura. Un par de mochilas y dos bicicletas equipadas con placas solares fueron suficientes en su ruta: de pueblo en pueblo, buscaban a emprendedores tecnológicos que se hubiesen alejado de las grandes urbes para desarrollarse en el Pirineo aragonés.

Su aventura se llamó B-Rutal (Bici Ruta Rural), y estuvo cargada de sostenibilidad y aprendizajes. En ella, descubrieron a grandes personas que habían dado todo por quedarse (o volver) al ámbito rural. Ante ese panorama, surgió una pregunta: ¿por qué tendría que ser esa elección algo arriesgado?

“Hay gente que arriesga en el entorno rural, por supuesto. Sin embargo, para que el movimiento de retorno a los pueblos sea más genérico, tienes que hacerlo más fácil”, explica Marcos. De ese descubrimiento surgió su meta: “Es lo que nosotros vamos a intentar: hacerlo más fácil”.

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Su cometido se ha trasladado a un proyecto concreto: un Centro Tecnológico Rural (CETER) que facilite a trabajadores de ese sector la salida de las ciudades hacia ambientes de trabajo más calmados y enriquecedores; concretamente, a una ubicación elegida dentro del Pirineo aragonés. “De esta forma, las empresas obtienen la posible captación de talentos en los pueblos, y a las personas físicas se les ofrece un entorno donde potenciar su creatividad”, asegura Pedro.

Su historia es la segunda protagonista de #yopueblo, una iniciativa de Endesa que recorre la España vacía para encontrarse con aquellos que han sabido ver el entorno rural con una energía especial: la de hacer ver que los pueblos son también tierra de oportunidades. Endesa, nacida en el ámbito rural de León en 1944, ha estado y va a seguir estando muy ligada a las comunidades locales, pilares de la historia de éxito de la compañía desde hace ocho décadas.

Pedro y Marcos ven un futuro en el que la tecnología esté presente en forma de oportunidades también en lugares pequeños, sin que exista la necesidad de mudarse a una gran urbe para progresar. “Queremos que empiece a ver oportunidades tecnológicas atractivas para los chavales de los pueblos”, afirman.

La aventura comenzará en unos meses. De momento, están valorando 25 ubicaciones distintas para elegir el lugar ideal donde instalar su CETER. Buscan un espacio abierto a la naturaleza –“porque asfalto ya se ha visto mucho”, bromean-, con la amplitud suficiente para estar cómodos y, por supuesto, ubicado en el área rural de Huesca.

El arraigo de ambos con el territorio hace del Pirineo algo especial. Los dos guardan recuerdos de los paisajes, la gente y el clima oscenses, comunes en ambos en su infancia y juventud. “Hay un valor claro en este lugar, y es la gente”, sentencia Marcos. “La gente de montaña ha forjado su carácter en un entorno muy duro, y eso ha creado sociedades muy resilientes”.

Son esas gentes a las que quieren dar a conocer, y las que permitirán que trabajadores de la urbe tengan por fin, prevé Pedro, “nombre y apellidos” en el lugar en el que desarrollen su labor.

Su ruta en bicicleta fue el inicio de una gran aventura entre cumbres. Los perfiles que encontraron en su camino, emprendedores contra viento y marea, son su inspiración de cara a hacer todo más fácil. Con la apertura de su CETER, ese amor por Huesca llegará a un sector que ha sido, hasta el día de hoy, mayoritariamente urbano. La semilla de la innovación es, para estos dos aragoneses, la clave que hará crecer el tejido laboral del territorio rural.

Tras B-Rutal (Bici Ruta Rural), un viaje de un mes para encontrar el talento oculto en el Pirineo oscense, Marcos y Pedro, dos emprendedores aragoneses, trabajan ahora en un CETER: Un Centro Tecnológico Rural que invitará a trabajadores urbanos a probar la experiencia de trabajo entre las montañas de Huesca.