en colaboración con la fundación antonio romero

Un rincón de ocio comprometido con la naturaleza

La Fundación Antonio Romero organiza actividades como caminatas en senderos, visitas a animales y juegos tradicionales.

Los integrantes de las asociaciones de personas con capacidades psicológicas diferentes disfrutan de diversas actividades.
Los integrantes de las asociaciones de personas con capacidades psicológicas diferentes disfrutan de diversas actividades.

Invitar a pasar un día en plena naturaleza a los integrantes de las asociaciones de personas con capacidades psicológicas diferentes, de manera totalmente gratuita y altruista; y reforestar árboles para compensar la huella de carbono generada por empresas y particulares son las dos actividades principales que lleva a cabo la Fundación Antonio Romero.

La entidad fue fundada por Antonia Pozo y Antonio Romero y, al fallecer este último, sus hijos, Isaac, Sara y Jónatan, se hicieron cargo de ella. Desde sus inicios, se marcó como objetivo crear un rincón de ocio y tiempo libre para los miembros de este colectivo.

Así, la fundación dispone de una casa y una finca en el monte del municipio zaragozano de Tauste, a modo de granja escuela, con animales de todo tipo: caballos, cabras, ovejas, perros, ocas, pavos, gallinas, conejos, palomas... Un lugar en el que pretenden que estas personas disfruten e interactúen directamente con los animales, ya que diversos estudios han evidenciado que constituyen terapias con resultados muy beneficiosos para ellas.

Las actividades que se llevan a cabo los días de las visitas de estas asociaciones consisten principalmente en caminatas en senderos de la zona, propiciar el contacto directo y la interacción con los animales de la granja y organizar juegos tradicionales. Asimismo, los asistentes disfrutan también al mediodía de un gran banquete preparado por Antonia Pozo.

Repoblación forestal

El pasado mes de abril, voluntarios de la entidad y personal de la empresa Ingeniería Romero & Industrias Cotomac se pusieron manos a la obra para repoblar el monte de La Custodia en Tauste con más de 4.000 árboles. En el año 2009 tuvo lugar allí un incendio forestal que devastó la zona. Por ello, la fundación quiso reforestar de árboles el área, compensando además la huella de carbono de la empresa Ingeniería Romero & Industrias Cotomac.

Un objetivo que junto al de la lucha contra el cambio climático y la desertización, hace de la fundación un referente del compromiso medioambiental en el ámbito de la discapacidad.

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