Tras varios años batiendo sus propios récords, en 2020, los datos provisionales de la encuesta de sacrificios del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) situaron de nuevo al sector porcino español en la cuarta posición mundial y la segunda europea, con más de 56,4 millones de animales sacrificados y unos cinco millones de toneladas de carne producida. Tan solo China, Estados Unidos y Alemania consiguieron superar estas cifras, que en el territorio nacional han crecido un 6,5% y un 8,2%, respectivamente, en comparación con el ejercicio anterior.

Del total de la producción de la Unión Europea, España mantiene la segunda posición, con un 21.8%, aunque reduce la distancia con su competidora, Alemania, que se mantiene con un 22%, pero a la que supera desde 2015 en población porcina. Este incremento en el censo de las últimas campañas ha sido especialmente significativo en la categoría de lechones y ha estado ligado al aumento de la productividad de las hembras durante los últimos años. Si hay una Comunidad que ha contribuido a este crecimiento de la población porcina en 2020 ha sido Aragón, con un incremento del 7,1%, seguida de Castilla y León, Cataluña y Murcia. Durante el año 2020, el mayor incremento censal se produjo en los animales de cebo, cuyo número creció un 6,4%, especialmente en el grupo de los ejemplares que se encuentran en la fase final, entre los 80 y los 110 kilos. De los más de 32 millones de cerdos que había en España en diciembre del pasado año, 8,8 millones se encontraban en las explotaciones aragonesas.

En cuanto al número de granjas, el sector ha experimentado una fuerte reestructuración en los últimos años, que se ha materializado en un descenso en la cifra de explotaciones y que ha tenido una especial incidencia en las de menor tamaño. Al contrario, las más grandes se han incrementado en un 3% en la última década. A lo largo de 2020, el número total de granjas se mantuvo estable y en el primer trimestre de 2021, en España se contabilizaban 88.437 explotaciones de ganado porcino. 14.598 se correspondían con el sistema extensivo, 68.836 con el intensivo y 1.240 con el mixto. De ellas, casi 5.000 estaban ubicadas en Aragón.

Demanda sostenida

A pesar de la crisis sanitaria iniciada en 2020, la demanda sostenida en los mercados internacionales, fundamentalmente en China donde se produjo una fuerte necesidad de importar debido a la caída de su propia producción, ha sido el motor que ha mantenido la estabilidad y que ha provocado que el comercio exterior español en el sector de la carne porcina creciera, respecto al año anterior, un 20,5% el pasado ejercicio, pasando de los 2,47 millones de toneladas a los 2,98.

Los principales destinos dentro de la Unión Europea de los productos del sector fueron, en ese periodo de tiempo, Francia (23,3%), Italia (15,5%), Portugal (13,3%) y Polonia (6,4%). Más allá de las fronteras comunitarias, los principales importadores de porcino español fueron China, con un 74,9%, Japón (6,1%), Filipinas (4,2%) y Reino Unido (3,4%). En total, esta actividad produjo fuera del territorio nacional más de 7.550 millones de euros, lo que supuso un crecimiento del 266,6% respecto de las cifras registradas en 2008.

A nivel global, los principales países importadores de carne de cerdo en el año 2020 fueron China, Japón y México. En el otro lado de la balanza, la Unión Europea, Estados Unidos y Canadá fueron los que más productos exportaron.

Consumo de carne

En cuanto al consumo de la carne de cerdo, este ha experimentado un descenso en nuestro país a lo largo de la última década. Si, en 2007, cada español consumía de media 62,3 kilos de carne de cerdo al año, esa cifra se situó el pasado ejercicio en los 49,6. Esta tendencia no se corresponde con la registrada a nivel mundial, donde el consumo se incrementó en la década de 2010, superando los 112 millones de toneladas en 2018, y después sufrió una caída, cerrando 2020 con 95 millones de toneladas.

Los datos de 2020 invierten esta línea en España, con un significativo ascenso del consumo de la carne freca de porcino, acompañado de un ascenso del consumo de carne transformda respecto a las cifras de 2019. Esto se debe a un mayor consumo en hogares, tanto en los meses de confinamiento como por una compensación de la ausencia de consumo en el canal Horeca durante todo el ejercicio.

Una actividad estratégica

En Aragón, el peso del sector de la carne de cerdo ha ido ganando relevancia en los últimos años hasta convertirse en una actividad estratégica que no solo genera beneficios económicos, sino que también tiene una clara incidencia en el desarrollo rural. Las casi 5.000 explotaciones censadas en la Comunidad se encuentran en su mayoría en 700 municipios cuya población no supera los 3.000 habitantes. Además, genera 12.000 puestos de trabajo directos e indirectos. El sector porcino en Aragón supone el 60% de la producción final ganadera y es el protagonista del incremento que ha experimentado la producción total agraria, en la que ya representa más del 45%. En términos macroeconómicos, también supone en la región el 3,55% del Producto Interior Bruto (PIB).

La irrupción de la pandemia no consiguió mermar las cifras, cada vez más elevadas, que deja el sector: en 2020, las ventas al exterior se incrementaron un 45%, con 667.833 toneladas, que se exportaron por un valor de 1.535 millones de euros. Además, desde 2019, la Comunidad se ha convertido en la principal productora, con 15 millones de cerdos al año, el 26 % de toda España. En 2020, también ocupó el segundo puesto en producción industrial.