Educación personalizada para formar excelentes 'problem solvers'

Educación personalizada para formar excelentes 'problem solvers'

El colegio Juan de Lanuza es todo un referente en calidad e innovación educativa.

La innovación educativa es una de las señas de identidad del centro.
La innovación educativa es una de las señas de identidad del centro.
Juan de Lanuza

'A school in movement’ –Un colegio en movimiento–. Esta afirmación es una buena manera de definir al Colegio Juan de Lanuza, una seña de identidad que lo caracteriza, ya que desde su origen en 1978, siempre ha estado avanzando para mantenerse en la vanguardia de la innovación educativa aragonesa. El vigente Plan Estratégico (2018-2023) potencia el sentimiento de comunidad y defiende la educación totalmente personalizada dentro del núcleo alumno, familia y centro.

La labor de la tutoría se individualiza desde educación infantil y se establecen objetivos concretos para que cada niño conozca sus fortalezas y logre desarrollar lo mejor de sí mismo. "Pensamos firmemente que nuestros alumnos saldrán de Juan de Lanuza siendo excelentes seres humanos capaces de resolver problemas que se presentan sin instrucciones (‘problem solvers’), aportando valor en el mundo que les rodea", afirma Pilar Fernández, directora del centro; para ello, añade, "buscamos, además de la excelencia académica y la adquisición de conocimiento (saber), el desarrollo de valores fundamentales como la empatía, resiliencia o la ética (ser), así como potenciar que los alumnos piensen por sí mismos y sepan resolver problemas en un entorno sostenible en el tiempo (crear)".

Cuenta con un programa pionero que combina tecnología, pensamiento computacional y creatividad.
Cuenta con un programa pionero que combina tecnología, pensamiento computacional y creatividad.
Juan de Lanuza

‘A school in movement'

Una metodología propia que implementa con frecuencia, siempre de forma sopesada, valorada y contrastada, nuevos proyectos, convierte a Juan de Lanuza en un centro único. Así, este colegio es pionero en la creación de un espacio que combina la tecnología, la robótica y la creatividad. De esta manera, un programa para la mejora de la convivencia escolar, un comedor sostenible, una escuela de pensadores y filósofos, el uso de las destrezas de pensamiento y el aprendizaje experiencial en contextos reales son algunos de los puntos fuertes que permiten que sus alumnos se conviertan, al finalizar sus estudios, en ejemplares líderes que destacan por sus valores éticos y tecnológicos a la vez.

La metodología del centro defiende una educación personalizada
La metodología del centro defiende una educación personalizada
Juan de Lanuza

La excelencia en idiomas y un asentado programa de intercambios y estancias en el extranjero ha sido, desde sus orígenes, uno de los pilares del centro, que tiene hoy matriculados a más de 600 alumnos, desde los 2 años hasta bachillerato. Todos ellos viven desde muy pequeños su día a día en dos idiomas y, como comenta la directora del Colegio, "la cantidad de estímulos (lenguas extranjeras, lenguaje musical, pensamiento computacional , entre otras materias) a los que están expuestos desde tan temprana edad, favorece la creación de una red neurológica tupida que facilita, de forma natural, un aprendizaje fluido". Además, a partir de los 6 años, los alumnos cursan otros idiomas, como francés, alemán o chino. Con este completo programa, que engloba todas las áreas de conocimiento, el centro tiene como objetivo formar a ciudadanos globales que estén preparados para un mundo plural y tengan un pensamiento crítico y sostenible. 

Empoderamiento del profesorado

El profesorado del colegio Juan de Lanuza destaca por su profesionalidad, talento, compromiso y dedicación. El centro apuesta por el desarrollo profesional de cada docente involucrándolos en el propio plan estratégico del mismo. Es el docente el verdadero mentor que “guía” a cada alumno consiguiendo “sacar lo mejor de sí mismos”. Para conseguir este objetivo, se ofrece retroalimentación de forma continua, y se establecen retos, en base a intereses, habilidades y capacidades de cada uno de ellos. Este sistema tiene como resultado la formación de alumnos "competentes, flexibles y resolutivos», comenta la directora. «Gracias a esta metodología están preparados para salir de su zona de confort y acceder a cualquier universidad del mundo, puesto que por medio de una educación global, en emprendimiento y valores se les han brindado las herramientas necesarias que la sociedad del siglo XXI demanda", finaliza Pilar Fernández.