en colaboración con el ayuntamiento de cariñena

Cariñena: patrimonio, legado y tradición ligados al mundo del vino

La localidad zaragozana dispone una amplia oferta turística relacionada con este alimento, cuya historia, que ha marcado la personalidad de la zona, comenzó a fraguarse hace más de 2.000 años.

Edificio consistorial de Cariñena.
Edificio consistorial de Cariñena.
Ayuntamiento de Cariñena

Cariñena es sinónimo de vino, hecho que conocen muy bien los visitantes que se acercan a descubrir la cultura que, en torno a este alimento, se ha fraguado en la zona desde hace más de 2.000 años.

Además de a la ciudad del valle del Ebro, Cariñena da nombre a la primera denominación de origen de vino aragonesa y una de las más antiguas de España. Pero no todo queda ahí, Cariñena es el nombre de una variedad de uva extendida por todo el mundo, de gran arraigo en la zona y que ha adquirido un gran protagonismo en los últimos años. La encontramos en vinos franceses, italianos o americanos con diferentes grafías, ‘carignane’, ‘carigniano’ o ‘carignan’.

La población ofrece a sus visitantes un amable paseo que comienza en el portal del Centenario, escultura conmemorativa de la obtención del título de Ciudad en 1909. Continuando por la avenida Goya, guiño al ilustre pintor aragonés nacido en la cercana localidad de Fuendetodos y gran amante de los vinos cariñenenses, se llega al torreón de las Monjas, único resto de la muralla medieval que la cercaba. En la calle de las Monjas, la Casa de Cultura recuerda el edificio en el que habitaron durante siglos primero las clarisas y posteriormente las anas. Esta misma calle desemboca en la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, gran templo barroco en el que destaca la torre campanario, de planta octogonal y completamente construida en sillares de caliza de estilo gótico levantino.

Prosiguiendo el paseo, se llega al corazón de la población, identificado por la fuente ornamental cuyo surtidor principal es conocido como la Mora de Cariñena. Esta fuente es testigo del discurrir diario de sus habitantes, pero cobra especial protagonismo durante la Fiesta de la Vendimia. Se trata de unas jornadas en las que Cariñena congrega a los vecinos de los municipios que integran la denominación de origen para celebrar la cosecha en curso. Tras el pisado de la uva, el invitado de honor a los festejos acciona el mecanismo del surtidor de la fuente de la que durante esos días, en vez de agua, manará vino tinto. La imagen de este momento mágico no sería la misma sin la bella fachada renacentista de la Casa Consistorial como telón de fondo. De vuelta al paseo, el kiosco de la música y la fuente del Torico acogen muchos de los actos lúdicos que se celebran en la localidad.

A pocos kilómetros de la ciudad, en dirección a Belchite, se han recuperado y musealizado durante 2022 los restos arqueológicos del convento franciscano de Santa Catalina del Monte, único establecimiento religioso masculino de la zona que, desde el primer tercio del siglo XV hasta su desamortización en 1837, dio asistencia religiosa y formación a los habitantes de la zona. Quiso el destino que entre sus muros falleciese a comienzos de la década de 1770, fray Raimundo Gómez Val, más conocido por el seudónimo de Juan Altamiras, autor del libro de recetas ‘Nuevo arte de cocina, sacado de la escuela de la experiencia de económica’, publicado en 1745.

Desde el verano de 2020, varios establecimientos de hostelería y restauración de Cariñena, ofrecen en sus cartas platos y tapas basadas en las recetas que el monje legó, y que constituyen un manual de cocina básica, elaborado con productos de temporada y kilómetro cero. Recientemente dos importantes bodegas se han sumado al proyecto. La bodega Grandes Vinos ha lanzado al mercado un vino monovarietal de uva Cariñena llamado Juan Altamiras, y la bodega Tierra De Cubas, la más cercana a las ruinas del convento, realiza de manera periódica visitas teatralizadas que incluyen catas de sus vinos maridadas con recetas del fraile.

El entorno de Cariñena, con la sierra de Algairén al oeste y el río Huerva al este, ofrecen al visitante entornos privilegiados donde disfrutar de naturaleza y patrimonio a partes iguales. Además, la posición geográfica de la ciudad, entre los municipios de La Almunia, Daroca, Belchite y Zaragoza, propicia la visita de un gran número de turistas procedentes principalmente del norte y el levante peninsular, pero con una notable presencia durante los últimos años de franceses, alemanes y británicos. Un destino enoturístico de primer orden, desconocido en muchas ocasiones por ser zona de paso por los vecinos más cercanos.

Cariñena cuenta con una Oficina de Turismo, integrada en la red de oficial de Turismo de Aragón, donde el visitante puede encontrar las diferentes opciones que ofrece la zona y, sin duda, la excusa que le hará volver.

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