Cuando no se sintoniza con el mando

Cuando no se sintoniza con el mando
Cuando no se sintoniza con el mando
Javier Navarro

En medio de los entusiasmos y del meloso arrobo que se desataron, al final de la semana pasada, en el seno del Partido Socialista en favor de su acosado y amado líder, hay que reconocer que la reacción de Javier Lambán fue tibia. 

O más que tibia, frígida. Quedaba claro que el secretario general del PSOE en Aragón no vibraba al unísono con el mando. Ni con Ferraz ni con la Moncloa. Así que desde Ferraz concretamente le han pagado a Lambán su falta de sintonía con el sanchismo, que ya sabemos que viene de lejos, con un nuevo jeribeque en las listas electorales, esta vez en la de los comicios europeos. La comisión federal de listas propone quitar de la relación a la candidata más votada por la militancia aragonesa, Isabel García (1.736 votos), que casualmente es persona próxima a Lambán, y cambiarla por la candidata que obtuvo menos votos, Rosa Serrano (32), que casualmente es afín a Pilar Alegría, es decir, a Pedro Sánchez. No hace falta ser ni aragonés ni socialista para ver en ese movimiento una falta de respeto a esa militancia a la que Sánchez dice que le debe su continuidad en el cargo. Pero así se las gasta el poder. Y las luchas por el poder en el seno de los partidos suelen ser las más sangrientas. En sentido simbólico, por fortuna, que aquí no es como en Rusia; ni lo será. Para los militantes de todos los partidos –y también en otras organizaciones– quizás sería de provecho la lectura de dos novelas del murciano Miguel Espinosa (1926-1982). Un escritor del que no se habla demasiado hoy en día, tal vez porque en el fondo esté de rigurosa actualidad. Me refiero a ‘La fea burguesía’ y ‘Escuela de mandarines’. Recomiendo sobre todo la segunda, que es más divertida, pero las dos ofrecen un retrato del poder desnudo y la sumisión complaciente. En fin, se ve que Sánchez aprovechó sus días de reflexión para algo más que decidir que quiere ser presidente por los siglos de los siglos. Le dio tiempo también para enfilar a los disidentes.

(Puede consultar aquí todos los artículos escritos por Víctor Orcástegui en HERALDO)

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión