CONTAMINACIÓN

Zaragoza cumple la legislación sobre calidad del aire por primera vez en casi una década

En 2010 todos los contaminantes, incluidas las partículas en suspensión, estuvieron por debajo de los límites legales.

Las últimas estadísticas sobre calidad del aire que maneja el Ayuntamiento muestran que el año pasado Zaragoza cumplió toda la legislación sobre contaminación atmosférica por primera vez en casi una década. Desde que en 2002 se endureció la normativa sobre partículas en suspensión, la ciudad siempre había superado los límites legales establecidos para este tipo de sustancias. Sin embargo, en los últimos años se venía percibiendo una mejora que se ha confirmado en 2010.

Además, los datos recopilados por la Agencia de Medio Ambiente y Sostenibilidad indican que el otro contaminante que últimamente daba problemas en la calidad del aire, el dióxido de nitrógeno, se ha mantenido por debajo de los valores máximos permitidos por segundo año consecutivo.

Partículas en suspensión. Las partículas en suspensión (PM10) son sustancias sólidas o líquidas de distinto origen -polvo, polen, hollín, humo?- cuyo diámetro es inferior a las 10 micras: menos de la centésima parte de un milímetro. Ese pequeño tamaño hace que las PM10 lleguen con facilidad al sistema respiratorio causando efectos adversos para la salud. Los principales focos de generación de estas partículas son el tráfico, la industria, las obras y las calefacciones. No obstante, también están presentes en el aire por causas naturales, ya que el viento arrastra todo tipo de sustancias. De hecho, las intrusiones de polvo sahariano son otro de los factores que suele disparar los niveles de PM10.

La legislación sobre calidad del aire establece que el nivel de partículas en suspensión no puede superar los 40 microgramos por metro cúbico. Sin embargo, en la última década Zaragoza siempre ha rebasado ese límite. En 2009 la situación mejoró, pero no lo suficiente. Como puede observarse en el gráfico adjunto, ha sido en 2010 cuando todas las estaciones de la ciudad que miden los niveles de PM10 se han mantenido dentro de lo que exige la legislación tanto en promedios anuales como en número de superaciones diarias.

Dióxido de nitrógeno. El dióxido de nitrógeno (NO2) es un gas tóxico e irritante que afecta al sistema respiratorio. Se forma en procesos de combustión como el del gas ciudad o los de los carburantes.

La normativa sobre dióxido de nitrógeno fija tanto un valor límite diario como un promedio máximo anual. Zaragoza incumplió esos umbrales durante años hasta que en 2009 la tendencia a la baja iniciada en 2005 permitió cumplir, por fin, la legislación. Los últimos datos confirman que la capital aragonesa sigue estando dentro de los límites legales de NO2, aunque en 2010 la estación de Roger de Flor se acercó al límite diario.

Ozono. El ozono (O3) es un componente del aire que se encuentra en la capa de la atmósfera más próxima a la Tierra. En niveles normales no es perjudicial, pero la acción del hombre hace que en ocasiones alcance concentraciones nocivas. Se trata de un contaminante secundario, ya que se forma a partir de reacciones entre otros elementos -principalmente los óxidos de nitrógeno y los compuestos orgánicos volátiles, dos sustancias muy relacionadas con el tráfico-. El ozono afecta al aparato respiratorio e irrita las mucosas y los ojos. Por eso cuando este gas alcanza un determinado umbral la legislación sobre contaminación atmosférica obliga a informar a la población.

A finales de los noventa, Zaragoza tuvo problemas con el ozono. Sin embargo, en 2010 la ciudad mantuvo los buenos datos de ejercicios anteriores: no fue necesario realizar ningún aviso a la población, y el número de superaciones de los valores establecidos como límite para la protección de la salud estuvo por debajo de lo que permite la normativa.

Otros contaminantes. La red de estaciones del Ayuntamiento controla otros contaminantes como el dióxido de azufre, el monóxido de carbono, el sulfuro de hidrógeno o las partículas PM2,5 -que son aún más pequeñas que las PM10-. En todos los casos las estadísticas de 2010 muestran que Zaragoza sigue lejos de superar los límites legales.

«Lo importante es la tendencia a la baja». El responsable de Medio Ambiente del Consistorio, Jerónimo Blasco, considera que los datos de 2010 son «una excelente noticia», aunque recalca que «lo más importante» es la tendencia «a la baja» de los últimos años. «La salida de las grandes industrias contaminantes, el plan de transporte y movilidad sostenible y las campañas de sensibilización están dando sus frutos», comenta Blasco. Por su parte, el director de la Agencia de Medio Ambiente y Sostenibilidad, Javier Celma, destaca «el gran esfuerzo» realizado para reducir los niveles de PM10.