EN ZARAGOZA

Una mujer, en prisión por ahogar a su hijo tras dar a luz en su casa

La joven, de 21 años, vivía con su novio en casa de sus padres y había mantenido el embarazo en secreto.La madre asegura que el bebé nació muerto, pero los médicos hallaron una gasa en su garganta.

Los familiares de la joven aguardaban ayer a las puertas del juzgado de guardia, junto a su abogado, Javier Osés.
Una mujer, en prisión por ahogar a su hijo tras dar a luz en su casa
JOSÉ MIGUEL MARCO

Una mujer de 21 años ingresó ayer en prisión acusada de ahogar a su propio hijo tras dar a luz en el baño de su casa, en el barrio zaragozano de San Juan de Mozarrifar. La joven vivía en la vivienda de sus padres con su novio, pero ninguno de ellos sabía que estaba embarazada. De hecho, no se enteraron hasta que encontraron al recién nacido muerto, envuelto en unas toallas. La madre asegura que el pequeño nunca llegó a respirar, pero la autopsia ha revelado lo contrario. Además, los médicos que le asistieron de urgencia encontraron una gasa obstruyendo su pequeña garganta.

Los hechos se produjeron la noche del pasado viernes, 2 de abril, pero no fue hasta ayer cuando la juez tomó declaración a la madre y ordenó su ingreso en la cárcel de Zuera. Durante todo el fin de semana, la joven estuvo hospitalizada en el Miguel Servet, recuperándose de un parto atípico y sin supervisión médica. Según fuentes de la investigación, la mujer se encuentra bien, pero nada se pudo hacer por la vida del menor.

A los padres de la joven les extrañó que tardara tanto tiempo en salir del aseo, por lo que, inquietos, empezaron a llamar a la puerta. Al abrirles, vieron que su hija estaba manchada de sangre, pero esta no les contó lo que acababa de suceder. Preocupados, decidieron llevarla a un centro sanitario, y fue allí cuando empezaron a ser conscientes del drama. Asombrados, vieron como los médicos les explicaban que la joven acababa de dar a luz y que todavía tenía restos de la placenta en su interior.

El hospital activó el protocolo de emergencia y envió enseguida un equipo sanitario a la vivienda de San Juan de Mozarrifar. Como se imaginaban, el bebé estaba oculto en el baño. Pero, desgraciadamente, cuando lo encontraron, tenía el rostro amoratado y había dejado de respirar. Se inició entonces una investigación que ha terminado con la madre en prisión como presunta autora de un delito de asesinato.

El informe de la autopsia ha resultado determinante a la hora de encarcelar a la detenida, ya que en él se dice que el fallecimiento del niño se produjo por asfixia, como consecuencia de una obstrucción de sus vías respiratorias. Los forenses aseguran además que el niño sí llegó a respirar en algún momento, lo que contradice la versión de la madre, que siempre ha mantenido que nació sin vida.

El fiscal le imputa un asesinato

Tras escuchar las explicaciones de la detenida, el fiscal decidió solicitar ayer su ingreso en prisión sin fianza. A la espera de lo que deparen las futuras investigaciones, entiende que hay pruebas suficientes para pensar que estamos ante un asesinato. El representante del ministerio público considera que el homicidio estaría agravado por la presunta alevosía y premeditación con la que actuó la madre, por lo que se inclina por este tipo delictivo. Aplicando la agravante de parentesco, la pena que podría llegar a solicitarse para la joven puede alcanzar los 20 años de cárcel.

Según ha podido saber este periódico, la detenida y su novio ya eran padres de un niño de 2 años. Por la falta de recursos económicos, la pareja convivía desde su nacimiento con los padres de la joven, que ya ha pasado su primera noche entre rejas. La mujer trabajaba en una peluquería pero el negocio no funcionaba excesivamente bien. De hecho, parece que esta se vio superada por un segundo embarazo en estas delicadas circunstancias laborales y por eso ocultó su estado a su entorno más próximo. Incluido su novio, que aunque la había visto engordar un poco no sospechaba que podía estar esperando otro hijo.

Durante su declaración ante la titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Zaragoza, en funciones de guardia, la joven dijo que la única que sabía que estaba embarazada y a punto de dar a luz era una amiga, a la que supuestamente se lo confesó hace tan solo una semana. Parece por tanto lógico que esta persona sea llamada a declarar en la fase de diligencias, con la intención de aclarar qué pretendía hacer realmente la madre una vez que el niño naciera.