Un falso probador de Fórmula 1, acusado de estafar 201.000 euros

La Policía Nacional detuvo en agosto de 2008 a Francisco G. M., quien se hizo pasar por probador oficial de escuderías de Fórmula 1 como Ferrari, McLaren o Renault para introducirse en círculos de clase alta y encadenar numerosas estafas. Así lo entiende la Fiscalía, que ha pedido que se le condene a ocho años de cárcel por cuatro denuncias tramitadas en la capital aragonesa. Las víctimas le adelantaron más de 200.000 euros por la compra de un par de motos de alta gama, dos pisos en Barcelona y unos terrenos en Madrid. Operaciones que, por supuesto, nunca tramitó.

El acusado utilizó hasta cuatro nombres distintos para ocultar su verdadera identidad. Aunque esto dificultó el trabajo de los investigadores, finalmente lograron desenmascararle y comprobaron que estaba reclamado por varios juzgados del País Vasco y Cataluña. No en vano, el presunto estafador está ahora en prisión provisional en Nanclares de Oca (Álava).

Según el escrito de acusación del ministerio público, el hombre se hacía pasar por intermediario o representante de empresas constructoras. Así conseguía que la gente le entregara elevadas sumas de dinero por la compra de viviendas sobre las que no tenía ninguna relación ni poder de representación. En el momento del arresto, se le intervinieron cuatro vehículos -entre ellos un Ferrari y un Mercedes-, diez relojes de pulsera de gran valor y 52.000 euros en metálico. Los coches, según informó entonces la Jefatura Superior de Policía, los ponía a nombre de las persona a las que estafaba o pensaba estafar, sin que estas tuvieran conocimiento de ello.

La Audiencia Provincial de Zaragoza juzgará el próximo 4 de julio a Francisco G. M. por las cuatro denuncias tramitadas e investigadas en la capital aragonesa. Las presuntas estafas se cometieron entre los meses de abril y septiembre, y de ellas fueron víctimas varias personas del entorno de su propia novia.

Dos motos de la marca Ferrari

Según la Fiscalía, la primera engañada fue una mujer que le entregó 30.000 euros para adquirir unos terrenos en Madrid. La perjudicada nunca supo nada de aquella inversión ni tampoco del dinero. Un mes mas tarde, el acusado obtuvo otros 30.000 euros de un hombre al que supuestamente iba a conseguir una moto de la marca Ferrari en condiciones ventajosas.

Lo mismo le prometió a otro de los denunciantes, que en junio de 2008 le dio 21.000 euros para la adquisición de otra motocicleta. Esta misma persona le hizo entrega de otros 60.000 para comprar un piso en Barcelona, la misma cantidad que le adelantó el cuarto denunciante con el mismo propósito. La defensa niega los hechos y pide la absolución.