TRANSPORTE URBANO EN ZARAGOZA

Un contador evitará la picaresca en el tranvía

La sociedad concesionaria, que dispondrá de 11 inspectores para vigilar la línea, reforzará el control en los momentos en los que se detecte que hay más viajeros que suben sin pagar.

Interior del tranvía
Los sueldos del tranvía serán menores que los de TUZSA
OLIVER DUCH

El tranvía de Zaragoza ya tiene listo un sistema para reforzar la vigilancia de la línea entre Valdespartera y Gran Vía y evitar que haya usuarios del servicio que viajen sin pagar. En concreto, los vehículos Urbos 3 incorporan un dispositivo que sirve para contar los viajeros y que permitirá a la concesionaria conocer con exactitud y de forma exhaustiva el nivel de fraude existente en el servicio con el objetivo de estrechar el cerco a los 'listillos'. El tranvía de Zaragoza dispondrá de 11 inspectores para este cometido.


A diferencia del autobús urbano, al tranvía no se accede por una sola puerta situada junto al conductor, hecho que dificulta que los pícaros se cuelen sin pagar. A los nuevos Urbos 3 se puede entrar por cualquiera de las seis puertas (dos dobles) que dispone en cada uno de sus lados. Esta circunstancia impide que el conductor vigile el acceso de los viajeros.


Todos los usuarios deben embarcar con su billete, su abono o con la tarjeta de transporte con saldo suficiente. La adquisición de los tiques se produce en la parada, donde hay una expendedora, que permite además recargar la tarjeta de viaje. Una vez en el interior del vehículo, hay que validar el título de transporte en las máquinas colocadas frente a los accesos, incluso cuando se trate de un trasbordo.


En la parte superior de las puertas hay unos dispositivos que permiten saber con exactitud cuántas personas suben al convoy. La empresa solo tiene que confrontar los datos de la validadora con el número de personas que entran al vehículo para saber el nivel de fraude. Los responsables del proyecto destacan que no se trata de una estimación, como puede suceder con el autobús, sino que se dispondrá de datos exactos del número de usuarios que no validan sus billetes, tanto por paradas como por días y tramos horarios. De este modo, se sabrá dónde y cuándo aumentar el servicio de inspección, compuesto por 11 personas que, en principio, recorrerán la línea por parejas.


A la espera del reglamento


¿Y qué ocurre si se sorprende a algún viajero sin billete? Como en cualquier otro medio de transporte urbano, tendrá una sanción económica. De momento, la sociedad de Los Tranvías de Zaragoza no ha hecho público el reglamento de los viajeros, en el que se fijarán los derechos y las obligaciones de los usuarios, así como el régimen sancionador.


En la actualidad, en el autobús urbano de la capital, la multa por subir sin billete o sin abono es de 6,01 euros, aunque en tranvías de otras ciudades españolas se prevén sanciones mayores. Por ejemplo, en el tranvía de Parla hay un recargo de 20 veces el precio del billete sencillo, que es de un euro. En el tranvía de Barcelona, la sanción es de 50 euros, y en Sevilla, de 100 euros.


En el caso de que se sorprenda a un usuario sin su título de transporte, se le dará la opción de pagar en el momento, hecho que le permitirá disponer de un descuento. Después, tendrá que comprar un billete o, de lo contrario, bajarse en la siguiente parada. Además, sin título de transporte, el viajero no estará cubierto por el seguro en caso de que se produzca un accidente.


Por otro lado, el tranvía dispone de cámaras en su interior para la protección de los usuarios como del propio vehículo. En total, hay seis en cada convoy. Servirán para registrar los posibles incidentes, como por ejemplo los actos de vandalismo, que se puedan producir durante el viaje.