Ratas, ratones, suciedad y, en definitiva, “muy mala imagen”. Esto es lo que ven a diario “y desde hace años” quienes residen en el último tramo de la calle de Miguel Servet, dirección Ronda de la Hispanidad. Es el caso de Cristina Guillén que, asegura que desde que vio una rata “de tamaño considerable” evita pasar caminando por la zona. “El cuidado de esta calle es mínimo si lo comparamos con la avenida de Cesáreo Alierta, que es paralela a la citada vía. Están todos los solares vacíos. Yo antes paseaba por allí para salir al Tercer Cinturón. Ahora solo voy en coche”, asegura Guillén.

Juan Arnedo comparte la misma opinión. Reside en uno de los bloques cercanos a la Facultad de Veterinaria y asegura que la zona “está muy descuidada”. “Hace años que está así. Supuestamente iban a arreglar también este tramo, pero solo hicieron la primera fase de remodelación de la calle, justo con el cruce con Juana de Ibarbourou. Estando como están las cosas imagino que ahora no es el mejor momento para hacer obras, pero unas pequeñas mejoras de adecuación no estaría mal”, dice el zaragozano.

Un asfaltado en condiciones, “porque la calle está llena de boquetes”, apunta Antonio Ramón Martín, vecino de la plaza Utrillas, y “un buen lavado de cara” es, según este jubilado zaragozano, “lo que necesita, de manera urgente, esta calle”. “Desde que abrieron la prolongación de Cesáreo Alierta e hicieron el Tercer Cinturón es cierto que el tráfico ha descendido una barbaridad por aquí. Pero aún así, Miguel Servet continúa siendo una salida a la Ronda de la Hispanidad y está en unas condiciones de dejadez alarmantes”, argumenta Martín.

Por su parte, desde el Ayuntamiento aseguran que la segunda fase de la reforma de Miguel Servet se aparcó, aunque su ejecución está prevista, en función de las posibilidades económicas. En cuanto a las naves y solares, se trata de propiedades privadas y su desarrollo, sin duda, se ve retrasado e incluso paralizado por las mismas cuestiones económicas, porque los propietarios no arriesgan ahora su capital y no construyen en un momento en el que no hay financiación ni garantía de ventas”, explican fuentes municipales. “Aún así”, continúan, “el Ayuntamiento cada cierto tiempo pide a los particulares que cumplan con su obligación de mantener edificios y solares en las debidas condiciones de salubridad y de ornato, pero una veces hay desidia de los propietarios y otras vandalismo que se ceba con estos espacios”, concluyen las mismas fuentes.