PRIMER DESAHUCIO DEL AÑO EN ZARAGOZA

"No puedo quedarme en la calle con cinco hijos"

Mamadou, en paro desde hace años, recibió hace escasas semanas un aviso de desahucio al no poder afrontar los pagos de la hipoteca. De hacerse efectivo, su desalojo puede convertirse en el primero del año en Zaragoza.

Mamadou muestra la orden de desahucio
"No puedo quedarme en la calle con cinco hijos"
A. M. B.

No deja de ser uno más en una lista que parece no tener fin, pero el primer desahuciado del año en Zaragoza, como es obvio, tiene nombre y apellidos: Mamadou Diallo. También su mujer, Aissatou, tiene nombre. Y cara, y voz y cinco hijos. El más pequeño, Bela, apenas ha cumplido su primer mes. Los siete miran con pesimismo al próximo 18 de enero, fecha marcada en rojo en el aviso de desahucio que su entidad bancaria les remitió hace unos días.


La historia de Mamadou no dista demasiado de la de otros ciudadanos. De nacionalidad española, en algunas ocasiones, o extranjeros, como es el caso de este guineano que llegó a España hace casi 15 años. Lo hizo de forma ilegal, recalando como muchos compatriotas en la recogida de fruta bajo el mar de plásticos de Almería. Tres años más tarde viajó hasta Madrid, donde empezó a trabajar como albañil y logró regularizar su situación.


La expansión de Zaragoza en los años centrales de la década pasada atrajo la atención de Mamadou, quien se desplazó a la capital aragonesa en busca de una situación mejor. Primero anduvo en las obras de la estación Intermodal, más tarde en las de la Expo. El ladrillo era una apuesta sobre seguro, una fuente inagotable de trabajo.


Entretanto, Mamadou decidió comprarse una casa. "Un pequeño piso para vivir junto a mi familia y poder prosperar", explica. "Al principio yo prefería seguir alquilando, pero mucha gente se lanzó a comprar y al final me convencieron", añade con gesto triste.


Comienzan los problemas


Pero la Expo pasó y las vacas flacas llegaron. Poco a poco resultaba más complicado encontrar trabajo. Ni en la construcción, donde otrora hubiera barra libre de horas extra, ni en el resto de sectores. De poco sirvieron los cursos de fontanero y soldador que realizó en la UGT. Su jefe, el que llevaba años contratándole para diferentes obras, se vio obligado a prescindir de él, así como de otros compañeros.


Fue en ese momento, en el que el paro comenzó a crecer hasta alcanzar cifras históricas, cuando los recibos de la hipoteca se dispararon. "Empecé pagando 650€ de hipoteca y el último pago que pude hacer fue de 840€". Un importe imposible de afrontar con los 426€ de subsidio que percibe Mamadou, único ingreso a día de hoy en un hogar de siete personas.


Por el momento, la familia Diallo ya ha tenido que renunciar, desde hace dos meses, al gas. A todo lo anterior debe sumarse la llegada de una nueva boca a la familia: "Los dos pequeños gastan mucho en comida y pañales, pero ellos son lo primero", explica el guineano.


El deseo de Aissatou y Mamadou se limita a poder renegociar con la entidad bancaria el pago de la hipoteca: "Hemos intentado hablar con el banco, pero ellos solo nos mandan cartas y nos marean de un lado para otro", cuenta este padre de familia numerosa mientras una de las pequeñas trastea por la sala de estar. "Mis hijos mayores (de 20 y 22 años) y mi mujer están también buscando trabajo, en cuanto consigamos algo podríamos salir adelante", concluye.


Al ser preguntado por su situación si finalmente el banco le pone en la calle, Mamadou no sabe muy bien qué contestar: "Aquí no tengo nada ni nadie que me pueda ayudar. No puedo quedarme en la calle con cinco hijos".


Intervención pacífica


Desde la plataforma Stop Desahucios animan a todo aquel que se solidarice con la situación de esta familia a "acudir el próximo día 18 para forzar" a la entidad bancaria "a que renegocie las condiciones de la hipoteca". Asimismo, y por encima de todo, recalcan que esta actuación "debe ser pacífica".


El embargo tendrá lugar el próximo miércoles 18 de enero en el número 6 de la calle Monasterio Solesmes, en el barrio zaragozano de Las Fuentes, a las 8.30 de la mañana.