La localidad de Tabuenca se convirtió ayer en la capital del Campo de Borja con motivo de la celebración de la séptima edición del Día de la Comarca, que reunió a más de 4.000 personas procedentes de los 18 municipios que componen la delimitación supramunicipal.

Esta fiesta itinerante, que cada año recorre una localidad, pretende ser un día "de convivencia, de fiesta y de diversión", como señalaron desde la organización del evento. Así lo manifestó el presidente de la comarca, Sergio Pérez, para quien la fiesta "es una jornada de convivencia que, además de su aspecto lúdico, sirve para reactivar la economía local". En parecidos términos se expresaba la alcaldesa, María Ángeles Lanzán, que resaltaba que "ha sido un encuentro de mucha gente de la comarca" e insistía en la colaboración "de todo el pueblo" para que todo haya sido "una fiesta y una jornada inolvidable".

Un programa completo

Los actos comenzaron con una tirada de barra aragonesa que, además, fue ganada por el tabuenquino Jesús David Cuartero. Mientras, y simultáneamente, los visitantes de Campo de Borja pudieron conocer la Casa Museo, construida a finales del siglo XVIII como hospital de la beneficencia. Ahora, restaurada, muestra la forma de vida del municipio a lo largo de los dos últimos siglos.

Pero, además, los habitantes del Campo de Borja, que habían sido trasladados en tres rutas de autobuses por parte de la organización, pudieron conocer la iglesia parroquial de San Juan Bautista, la ermita de Nuestra Señora del Niño Perdido, patrona de la localidad, o la exposición del concurso comarcal de cuentos.

A lo largo de la mañana, los visitantes recorrieron la Ruta Garapitera por las bodegas del municipio. Pablo Román, el propietario de la primera de ellas, recibió con simpatía a las "decenas de personas" que visitaron su antigua bodega, en la que sigue elaborando vino todos los años. Así continuó una ruta de once bodegas en las que podían degustarse los caldos propios y los de la denominación de origen Campo de Borja.

Pero sin lugar a dudas, el acto más multitudinario fue la comida popular que, preparada por el cáterin Las Ruedas, reunió a más de 2.000 personas, que disfrutaron de ensaladilla rusa, pollo asado y helado, por el simbólico precio de un euro.

Jornada satisfactoria

Tanto los vecinos como los visitantes se mostraban satisfechos de la jornada. Para Alba Aznar, una joven tabuenquina, "el pueblo está muy orgulloso de que los vecinos de otros municipios nos hayan visitado y conocido". Así las cosas, Carmen Ruiz, de Ainzón, aseguraba que "ha sido un día muy bonito". "Me lo he pasado muy bien", añadió.

En parecidos términos se expresaba Juan Antonio Sofía, llegado desde Novillas, a quien el día le pareció "una fiesta estupenda en la que nos juntamos todos los vecinos de la comarca", algo en lo que coincidía con su mujer, Ángeles Irán, quien aseguraba que "ha sido un día de armonía muy bonito".

Entre el programa destacaban otros actos como las tradicionales vaquillas, una exhibición de las 'majorettes' de Tabuenca, descorche, con brindis para la comarca, de botellas de cava con sable a cargo de los Sumilleres de Aragón, jotas interpretadas por la Escuela de Jota de Mallén, pancetada, vaca de fuego embolada por el grupo de Emboladores de Borja, y discomóvil hasta altas horas de la madrugada.

El consejero delegado de Cultura, Adolfo Lanzán, y responsable de la organización, también se mostraba "muy satisfecho" porque "ha habido un buen ambiente en una fiesta absolutamente popular en la que lo más importante es reunir a los vecinos de toda la comarca".

Javier Lerín