“Cuando llueve se convierte en una charca y cuando no cae ni una gota es el lugar ideal para que los animales hagan sus necesidades”. Esto es, según la Asociación de Vecinos Gaspar Torrente de Santa Isabel en lo que se ha convertido el solar ubicado entre la avenida Real Zaragoza, la calle de 16 de julio y el edificio de Telefónica del barrio zaragozano.

Se trata de un espacio “que lleva años esperando que se le dé uso”, apuntan desde la agrupación vecinal, y que ya se propuso como escenario de actuación dentro del programa ‘Estonoesunsolar’ para instalar un pabellón multiusos. Finalmente, viendo la gran complejidad de su uso y el elevado coste que suponía se desestimó el proyecto, pero la agrupación reclamó una mejora que considera “prioritaria”.

“Visto que el tema va para largo, ya solicitamos en su día el asfaltado del solar para que pudiera utilizarse de parquin, solventando los problemas de aparcamiento existentes en la zona, además de ampliar las aceras y plantar árboles en todo el perímetro”, apunta Luis Huerto, secretario de la asociación. “Solo pedimos el acondicionamiento mínimo para darle un uso que ahora no tiene, ya que también serviría, en el futuro, en lugar de referencia para la celebración de las fiestas del barrio”, explica Huerto.

Otra de las reivindicaciones de la asociación Gaspar Torrente es “la suciedad y la falta de mantenimiento”. Aseguran que desde que se inauguró la rotonda construida junto al solar, en junio de 2008, “las tuberías de obra que no se utilizaron están esperando a que alguien las recoja en medio del descampado. A ello hay que añadir la porquería acumulada con el paso del tiempo”, apuntan “además de otros solares en estado de abandono, como por ejemplo, los dos ubicados en la calle de 16 de julio”, aseguran desde la asociación vecinal.

Por su parte, desde el Ayuntamiento aseguran que “se trata de un solar destinado a equipamiento educativo”. “El Consistorio, cada cierto tiempo, revisa el mantenimiento de estos espacios y trata de que estén en condiciones. Asfaltarlo y plantar árboles hasta que se desarrolle no es la solución apropiada, porque cuando comiencen las obras toda esa inversión previa quedará desestimada”, concluyen fuentes municipales.