NUEVOS VECINOS DE ZARAGOZA

Los primeros de Parque Venecia

Los vecinos están «encantados» con el nuevo barrio aunque aún es deficitario en materia de infraestructuras y servicios de limpieza.

Víctor Jiménez, Maria Guerreo y otros vecinos del inmueble en Parque Venecia.
Los primeros de Parque Venecia
MAITE SANTONJA

Desde el pasado viernes, cuatro familias ya están instaladas por completo en el inmueble de la calle Andrea Palladio 24 y el resto de los 120 vecinos del distrito de Parque Venecia, se irá trasladando a lo largo del verano. A pesar de los «pequeños y típicos» desperfectos propios de una nueva construcción, los nuevos inquilinos están «encantados con el barrio» y con los «acabados del edificio», señala Víctor Jimenez, uno de sus residentes.


Mientras tanto, el trasiego de muebles y pequeñas reformas es constante por que la gente está «ansiosa por entrar a vivir» tras los meses de retraso en la entrega de llaves, sonríe Jiménez.


No obstante, y ante la ilusión de estrenar vivienda, no todo son alegrías. Los primeros vecinos están encontrando algún problema para acceder a los servicios básicos. La luz ya se puede contratar pero el agua está todavía a nombre de la comunidad. Sin embargo «el gas estará este miércoles en las casas», señala el portero de la urbanización contratado por la cooperativa para que recopile las quejas de los residentes. «Estamos encantados, una ducha fría en este tiempo tampoco viene mal», se ilusiona Raúl Lopéz, otro vecino que todavía está amueblando su piso.


«Aún no podemos tener la línea de teléfono ni de internet», destaca Jiménez. El joven vecino señala que desde la compañía les han explicado que «no son suficientes vecinos» para meter la línea telefónica. Además, este problema acarrea que los vecinos no puedan usar el ascensor porque requiere que cada elevador tenga un punto de comunicación con la operadora para los casos de emergencia. «El barrio aún no existe para muchas empresas», se lamenta.


Por su parte, el ayuntamiento encendió este lunes «por primera vez el alumbrado público» de este nuevo distrito y ya ha puesto «un cubo de basura orgánica pero no de reciclaje», indica María Guerrero, otra inquilina. Llegar al barrio de noche era «una odisea», «había que venir con linterna», remarca Víctor Jiménez.


«Es una pena que a las autoridades no les urja habilitar nuestro barrio cuando pagamos impuestos como todo el mundo», se resigna Jiménez. Sin embargo este vecino señala que la construcción del muro para evitar el ruido de la Z-40 «ha sido un acierto» por que «funciona y apaga muy bien el sonido» de los vehículos.


Principales problemas: el acceso y la basura


«!Ya tenemos contenedor!», se alegra López al observar el nuevo mueble urbano. Hasta este martes, los vecinos tenían que llevarse las basuras en su coche para arrojarlas en alguno de los contenedores de los barrios más cercanos como Torrero-La Paz. Y es que la gestión de residuos aún es muy deficitaria en el Parque Venecia. El barrio dispone de papeleras «que no sabemos si recogen» porque los servicios de limpieza «aún no han pasado», señala Jiménez y solo disponen del contenedor de residuos orgánicos ya que los de vidrio, papel y envases aún no están instalados.


Pero la queja más escuchada son los accesos al inmueble. Por un lado porque muchas calles están cortadas debido a las obras y consideran que podrían abrirse para residentes, por otro porque la parada de autobús más cercana se encuentra a unos 15 minutos andando y para el servicio de taxi es zona B. «Hay que dar mucha vuelta para coger cualquiera de los cinturones», indica Raúl López.


A pesar de todo, los primeros de Parque Venecia se muestran comprensivos con la situación y esperan que mejore aunque consideran que «va a llevar su tiempo».