El ‘multacar’, un vehículo camuflado de la Policía, provisto de una cámara para detectar infracciones de vehículos en doble fila, así como placas dobladas y coches sutraidos, lleva funcionando en la capital aragonesa desde 2009.

La Fundación DFA señala que, desde hace ya un tiempo, este vehículo no hace distinciones a la hora de multar a los automóviles que disponen de tarjeta de dispcapacidad.

«Nos dimos cuenta de que el dispositivo ‘multacar’ no está preparado para leer las tarjetas de discapacitados que se colocan en el interior del vehículo, en el parabrisas de delante», afirma José Carlos Pardos, desde los servicios jurídicos de DFA. La cámara del ‘multacar’ al no hacer distinción, genera la sanción con el perjuicio para el discapacitado que, en algunos casos, tiene que desplazarse hasta un centro de recaudación municipal para recurrir la sanción.

Por ello, desde DFA explican que «se ha centralizado desde la Fundación un servicio para recurrir todas las multas a la vez». Desde la entidad también se subraya que la Policía Local colabora en todo momento a la hora de fallar a favor del solicitante el recurso de las multas.

El problema es que los vehículos de discapacitados, que tienen autorización para estacionar hasta un máximo de tres horas en zonas de carga y descarga y una hora en lugares donde esté prohibido, son multados igual que el resto de coches al no existir forma de apreciar la diferencia entre uno u otro vehículo. Por el momento el número de recursos presentados desde DFA ronda la veintena.

Fuentes policiales aclaran que «no es tan sencillo establecer un método de detección seguro» y que, «por el momento, se va a mantener la misma pauta».

Entre tanto, habrá que esperar a que el 'multacar' evolucione y seguirá generando papeleo e incomodidades enntre las personas con discapacidad física.