MOVILIDAD URBANA

La obra del tranvía en Goya se levantará en enero y Belloch asegura que no habrá retrasos

La contrata intentó un apaño y tardará ahora un mes en reparar la impermeabilización del túnel ferroviario.La apertura del cruce de Gran Vía se retrasa hasta el fin de la obra.

La obra del tranvía en Goya se levantará en enero y Belloch asegura que no habrá retrasos
La obra del tranvía en Goya se levantará en enero y Belloch asegura que no habrá retrasos
OLIVER DUCH

La plataforma del tranvía se acabará levantando en el cruce con la avenida de Goya en enero para reparar los daños causados en la capa de impermeabilización del túnel ferroviario. El Ayuntamiento y las contratistas del tranvía, FCC y Acciona, han tenido que asumir la solución exigida por el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) tras haber intentando un apaño "sin éxito" y ser rechazada otra alternativa para salvar la obra ya ejecutada. La demolición de la plataforma y la reposición de la lámina impermeabilizada que agujerearon en noviembre se alargará casi un mes, por lo que la apertura al tráfico del cruce de Gran Vía con Goya, prevista para antes de Navidad, se retrasará hasta que finalice la obra.


Tanto el alcalde, Juan Alberto Belloch, como la concejala de Servicios Públicos, Carmen Dueso, se apresuraron ayer a minimizar esta incidencia y a asegurar que no provocará retrasos en la inauguración de la primera fase de la línea, anunciada para abril. Dueso consideró que la incidencia es "menor" porque no retrasa la inauguración "ni un día" ni encarece la obra, porque está en garantía. En la misma línea se pronunció la dirección de comunicación del tranvía, que aclaró que "no es dramático".


Mientras se pierde un mes en reponer la lámina impermeable, agujereada por los operarios al fijar el encofrado de la plataforma, se seguirá trabajando en la electrificación del tranvía y se asfaltarán los carriles del cruce de Goya con el objetivo de minimizar el impacto sobre el calendario de la obra. Unos 30 metros de vías se levantarán después de que un convoy haga un primer viaje de prueba por toda la línea, desde cocheras hasta la plaza de Basilio Paraíso. Este ensayo, sin políticos a bordo, se ha previsto para antes de la Navidad.


Trece días de silencio municipal


Aunque hace dos semanas ya se había impuesto la decisión del ADIF de levantar la obra del tranvía y desde hace días se trabaja en la reposición de la lámina perforada, ni el Ayuntamiento ni la contratista informaron de la noticia, desvelada ayer por este diario, pese a afectar a la movilidad de la ciudad. Carmen Dueso llegó a decir ayer que se había enterado por HERALDO y que si no había comunicado nada era porque los técnicos no habían cerrado una solución. "No tiene misterio ni tiene tanta importancia", añadió.


Nada más lejos de la realidad. En una reunión técnica mantenida el día 2 por responsables del Ayuntamiento, del tranvía, del ADIF y de Zaragoza Alta Velocidad con los contratistas no solo se cerró el levantamiento de las vías, sino el plan de trabajo. El jefe del servicio municipal de Movilidad y director del proyecto del tranvía, Santiago Rubio, solicitó adelantar la reposición de la lámina impermeabilizante en los extremos de la plataforma tranviaria, de forma que se pudiera asfaltar e instalar la electrificación y la catenaria, como se está haciendo en la actualidad. Según sostuvo Rubio, era "de vital importancia" adelantar estos trabajos con antelación al derribo parcial de la plataforma.


Eso sí, los directivos del ADIF y de Zaragoza Alta Velocidad aceptaron su planteamiento con la condición de que se asegurara "por escrito" la demolición del tramo de vía, unos trece metros en ambos sentidos de circulación, necesario para la reparación del resto de la lámina impermeabilizante. La contratista lo aceptó y garantizó su entrega.


En dicha reunión, convocada de forma monográfica para tratar el problema, los portavoces de Los Tranvías de Zaragoza pretendieron una solución alternativa, mediante la colocación de una membrana de poliuretano de la mayor multinacional química del mundo, la alemana Basf. Se descartó: "Cualquier reparación pasa por la demolición del tramo de vía ejecutado para mayor seguridad de la reparación", remarcaron los representantes de Zaragoza Alta Velocidad, sobre todo después de que el apaño practicado no funcionara.


Los responsables del ADIF solicitaron que se aprovechara la demolición para instalar debajo de la plataforma del tranvía una "manta elastomérica" para minimizar las vibraciones de los futuros convoyes del tranvía sobre la antigua bóveda de hormigón del túnel ferroviario, bajo la que circulan los trenes de alta velocidad, así como en la losa de hormigón que cubre la estación de cercanías de Goya, en plena construcción.