MOVILIDAD

La lanzadera de Rosales del Canal adecuará sus horarios a los del tranvía tras las quejas

A partir del lunes se cambiarán las frecuencias de la línea 54 para que resulte más operativa.

Después de mes y medio de protestas, los vecinos de Rosales del Canal han conseguido que el Ayuntamiento revise los horarios de la línea 54 y que los adecue a los del tranvía. Los usuarios denunciaban que, justo cuando los viajeros del Urbos descendían en la parada de Mago de Oz, el autobús arrancaba y dejaba a los pasajeros en tierra. Así, el servicio se calificaba de defectuoso y la razón de ser (como indica su propio nombre) de la lanzadera se desdibujaba. Los vecinos, recelosos además de las exiguas frecuencias del 41 y de la supresión de la línea 141, habían expresado su disgusto al Consistorio e, incluso, habían colgado en las paradas carteles con el reclamo «Señor conductor, sea amable y espere».


Este desajuste, que obligaba a echarse más de una carrera en balde, se solventará a partir del lunes, después de que fuentes de Movilidad hayan confirmado que «la línea 54 modificará sus horarios para coordinarlos y adaptarlos de manera más afinada a los de la línea 1 del tranvía». De este modo, «se pretende facilitar aún más el transbordo entre ambos medios de transporte y, en consecuencia, mejorar la movilidad de los vecinos de esta zona», afirman en Servicios Públicos.


La puesta en marcha de las lanzaderas (a Rosales, Montecanal, Valdespartera y Fuente de la Junquera) comenzó el pasado 19 de abril, cuando Tuzsa reordenó muchas otras de sus líneas (20, 30, 35, 40, 45 y 53) como consecuencia del 'desembarco' del tranvía. En concreto, a la línea 54 se le dotó de tres buses que, ahora, pasarán a tener una frecuencia media en horas punta de 6 minutos. Se pretende así que la lanzadera resulte más operativa porque, hasta el momento, su ocupación era muy baja (apenas llegaba a los mil viajeros al día) y los residentes en Rosales habían vuelto a echar mano del coche particular para dirigirse al centro.


Las entidades vecinales de los barrios del sur achacaron, además, los desajustes y la descoordinación entre los buses y el tranvía a una hipotética protesta encubierta de los conductores de Tuzsa que, 17 meses después, continúan negociando un convenio laboral que no acaba de llegar. De hecho, tras no alcanzar acuerdos con la dirección de la empresa el pasado jueves en el SAMA, los trabajadores intensificarán sus paros parciales a partir del mismo lunes, cuando en hora punta circularán apenas la mitad de los vehículos de la flota.