“Estamos alarmados ante la destrucción fulminante de un importante patrimonio en uno de los enclaves de mayor interés paisajístico y botánico de la ciudad”. Así de indignados se expresan desde la Comisión de Urbanismo y Medioambiente de la Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza (FABZ), después de conocer el derribo de la pérgola de la famosa Rosaleda del Parque Grande y “por el arranque de docenas de rosales trepadores”, los más antiguos desde el diseño de la rosaleda en 1940, y que prosperaban gracias a la pérgola.

“Es indignante que nadie haya avisado de esta actuación. Tampoco conocemos el proyecto en el que se basa ni si había alternativa alguna para evitar semejante destrucción”, apunta Félix Moreno, presidente de la FABZ. “Parece mentira, pero el Plan Director del Parque Grande José Antonio Labordeta -publicado en 2010- debería haber servido para defenderlo tanto de agresiones externas como de agresiones ‘oficiales’ como esta”, apuntan desde la Federación. “Son muchos ya los desmanes municipales de este tipo en los últimos años por toda la ciudad, pero que este haya tenido lugar en el parque histórico de Zaragoza supone un elemento de escándalo y alarma muy superior”, aseguran.

Además del derribo “inesperado” de la pérgola, desde la FABZ también quieren mostrar su desacuerdo con el arranque de los rosales. “Se trata de unos ejemplares antiquísimos que ya solo conservaban los cartujos de La Cartuja Baja. No sabemos en qué condiciones los han arrancado, pero por las características de la especie será difícil que todos vuelvan a enganchar una vez trasplantados”, apunta Ramón Royo, responsable de Urbanismo y Medio Ambiente de la FABZ. “Realmente es una aberración lo que han hecho, que no es otra cosa más que la consecuencia del propio abandono por parte de las autoridades de un lugar emblemático”, continúa Royo. “En vez de haberlo arreglado en su día, esperan a que se destruya para reconstruirlo. Y todo sin contar con los ciudadanos”.

Por ello, desde la FABZ exigen la restauración de la pérgola “lo más inmediatamente posible” y la replantación de rosales trepadores, replantando los que sobrevivan de los arrancados y plantando nuevos, acordes con la naturaleza del enclave”.

Por su parte, el Ayuntamiento de Zaragoza apunta “a una denuncia emitida ante la Policía Nacional en agosto de 2011 y a un informe de una arquitecto del servicio de Parques y Jardines que reclamaban una actuación integral en el enclave debido, fundamentalmente, a los actos vandálicos que se sucedían desde hace 18 meses” como razones fundamentales de esta actuación. Así, José Luis Alonso, jefe del servicio de Parques y Jardines, añade, además que “no se trata de un derribo, sino de un desmontaje, una restauración necesaria y una actuación realizada por motivos de seguridad ciudadana”. De esta manera, el Ayuntamiento de Zaragoza ha procedido a desmontar la pérgola –conservando las piedras que adornaban las columnas- y a trasplantar el 83% de los rosales –todos los que no habían sufrido daños y estaban en condiciones de sobrevivir-.