TRIBUNALES

Los vecinos de Santa Fe de Huerva fuerzan la anulación de la licencia de Enagas

Una sentencia da la razón a los recurrentes sobre la ubicación inadecuada de la planta, construida a 500 metros del núcleo urbano.

La planta de Enagas
La Asociación de Vecinos de Santa Fe de Huerva consigue anular la licencia de actividad de Enagas
T.M.

Los vecinos de Santa Fe de Huerva ya pueden, al menos durante un tiempo, respirar tranquilos. Y es que desde que a mediados de 2008 interpusieron un contencioso contra la licencia de instalación y actividad de la planta de Enagas, han sido muchos los frentes en los que han tenido que luchar. “Nunca entendimos cómo se pudo dar el permiso de creación de una estación de estas características en una zona donde residen 3.000 personas, hay un colegio y dos gasolineras. Era un auténtico peligro”, apuntan desde la Asociación de Vecinos de Santa Fe de Huerva.


Esta es precisamente, la principal irregularidad que incumple la planta, “ya que no respeta la normativa que obliga a que las empresas consideradas insalubres o peligrosas deben estar a más de 2.000 metros del núcleo urbano. Esta se localiza a menos de 500”, cuentan desde la agrupación vecinal.


El recurso, al que se unieron posteriormente los ayuntamientos de Cadrete y Cuarte atendiendo a la solicitud de la asociación, fue presentado después de que los vecinos conocieran, tras consultar el expediente en Urbanismo, que las obras que se estaban realizando junto a la rotonda de entrada a Santa Fe, era una planta de compresión de gas de 25.000 metros cuadrados, calificada en la propia licencia “como peligrosa y molesta por ruidos y vibraciones”, dicen desde la asociación.


“Ni los ayuntamientos limítrofes, ni los vecinos fuimos notificados, consultados o informados acerca de esa instalación”, insisten desde la asociación. En aquel momento, el Ayuntamiento de Zaragoza desestimó el recurso de los vecinos que, en el año 2008, demandaron a este Consistorio, a Enagas y al Gobierno de Aragón, por sus responsabilidades en la concesión de licencias que incumplían la normativa vigente para este tipo de industria.


“El sentimiento de que la defensa del interés común y medioambiental se había supeditado a otro tipo de intereses nos impulsó a afrontar lo que muchos llamaron ‘un imposible’. El camino es largo, pero el esfuerzo vecinal ha ganado una batalla legal que hace justicia y refuerza la creencia en la Ley y los Tribunales para enfrentarse a entidades y empresas cuyo poder desanima muchas veces al ciudadano a defender sus derechos”, cuentan desde la asociación.


A pesar de que la sentencia puede ser recurrida por parte de los demandados, desde la agrupación vecinal siguen creyendo que “la razón y la ley” están de su parte, “por lo que continuaremos defendiendo nuestro derecho a un barrio libre del peligro, ruidos y molestias derivadas de esta instalación”, concluyen desde la Asociación de Vecinos de Santa Fe de Huerva.


Por su parte, desde la empresa Enagas insisten en que "cuentan con todas las licencias necesarias para construir este tipo de instalaciones".