Ya han pasado tres días de la finalización de las Fiestas del Pilar y todavía se pueden ver restos y residuos de los botellones que los jóvenes celebraron en los alrededores de Interpeñas. A pesar de que la apariencia inicial es de limpieza, los operarios se han afanado en adecentar los aledaños del recinto, la margen izquierda del Ebro, junto a la avenida de Ranillas, frente a Interpeñas, acumula kilos de plásticos, cristales y otros residuos propios de las juergas nocturnas que aún no se han retirado.

La basura comienza verse bajo el puente de la carretera A-2 que pasa sobre la avenida de Ranillas. Latas de cerveza, botellas de refresos y de bebidas alcohólicas marcan un reguero de desperdicios que se esconde tras la loma de tierra que separa la calle de la orilla del río. En la tarde de este martes, varios trabajadores de Zaragoza Limpia operaban en ese mismo lugar sin percatarse de que al otro lado del montículo todavía hay restos de los botellones.

Este es el punto más destacado aunque hay otros lugares como el frente fluvial en la Expo o el paseo junto al río desde el Puente de Santiago hasta el Puente de la Almozara donde se localizan desechos de las fiestas, pero en menor medida. No obstante, sí observan pequeños desperfectos recientes en el mobilialio urbano como la rotura de los cristales de varias farolas, que aún se encuentran en el suelo.

Varios usuarios del frente fluvial han destacado que han encontrado “menos residuos” que otros fines de semana en las zonas ajardinadas de la Expo o en la ribera del Ebro aunque “algún lunes” a lo largo del año “las papeleras están muy llenas” y “se tardan mucho en limpiar”.